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Motociclismo | Gran Premio de Holanda

Hayden saca tajada en 'la Catedral'

El estadounidense aprovecha la caída de Edwards en la última 'chicane', y Rossi, pese a sus heridas y a salir el último, es octavo

Oriol Puigdemont

Cuando Andrea Zugna, ingeniero telemétrico del equipo Yamaha, salió disparado del box en dirección al muro que limita con el pit lane, esperaba degustar allí el momento justo en que su piloto, Colin Edwards, cruzara la meta del circuito de Assen alcanzando así su primer triunfo en MotoGP. Pero Zugna tuvo que esperar 40 segundos para contemplar a Edwards. Y cuando lo vio preferiría no haberlo hecho. El Tornado de Tejas, como así se hace llamar este piloto de 32 años, cruzó decimotercero bajo la bandera cuadriculada con el carenado de su Yamaha M1 destartalado y el mono hecho trizas tras haberse estrellado a 30 metros de la meta, cuando iba líder.

Con Valentino Rossi, que arrancó último y tuvo que ser infiltrado para aliviar el dolor de sus dos fracturas, sin opción de meterse en líos, y el resto de pilotos a una distancia más que tranquilizadora, el triunfo cayó en manos de Nicky Hayden, el líder de la clasificación general y que con esta victoria se ha estrenado, finalmente, el año en que es uno de los más señalados opositores al título. El piloto de Kentucky, de 24 años, observó, incrédulo, cómo la Yamaha número cinco escupía encabritada a su pasajero quien, tras haberse comido la chicane previa a la entrada en meta, abrió el comando del acelerador cuando los neumáticos se deslizaban por la moqueta arenosa que limita con la pista.

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Se equivocó clamorosamente Edwards y de ello sacó tajada Hayden, oportuno y regular como ningún otro, el año en que a Rossi, que acabó octavo tras una heroica remontada desde la última plaza, se le suceden unos contratiempos que hasta hoy parecían sortearle. Aunque tras lo visto en La Catedral, en cuestión de mala fortuna Edwards le lleva la delantera a il dottore.

Apercibido desde los ensayos del jueves, cuando Rossi se lesionó, de que las opciones de Yamaha en esta carrera reposarían sólo en sus brazos, Edwards certificó, nada más iluminarse el verde en los semáforos, que era el piloto con el ritmo de vueltas más constante. Hayden pegó la rueda delantera de su Honda al colín de la Yamaha de su compatriota y ambos se esfumaron para los demás.

A su espalda se sucedieron varias trifulcas. Las más intensas por su intensidad fueron las que mantuvieron Dani Pedrosa, que gracias al costalazo de Edwards terminó en el podio y asume la segunda posición del Mundial, y Stoner, o las que peleó un Rossi, herido, con todo aquél que se encontró delante. Mientras su compañero de taller se deslomaba para rebañar el mayor número de puntos posible y no descolgarse en la general, Edwards aceptó el reto que le impuso Hayden: la carrera se la jugarían en los últimos metros.

Durante 16 vueltas estudió Hayden a su presa, analizando los puntos del remodelado circuito en los que llevar a cabo sus ataques. Ocurrió a dos vueltas para el final, en la chicane anterior a la recta de meta, que el piloto de Kentucky se envalentonó, amarró los frenos más tarde que Edwards, y lo superó, forzando además el error del de Yamaha, que en media vuelta se colocó, de nuevo, a rueda de Hayden. A media vuelta lo superó, provocando un alboroto de euforia en el box de Yamaha que empujó a Zugna a salir a recibirle en el muro cuando ambos sorteaban la chicane que precede la recta de meta. Llegó Edwards, 40 segundos después de lo esperado y encima de media moto. La otra mitad se desparramó en la chicane.

Valentino Rossi se coloca el casco con gesto dolorido por las lesiones que sufre en su mano izquierda.
Valentino Rossi se coloca el casco con gesto dolorido por las lesiones que sufre en su mano izquierda.REUTERS

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