Inhabilitado 20 años un urólogo donostiarra por negligencia médica

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España ha inhabilitado durante 20 años y seis días al urólogo donostiarra Fernando Arocena por "grave abandono de sus obligaciones médicas" y para evitar que siga produciendo un "perjuicio grave" a sus pacientes. Arocena, cirujano desde hace 40 años, fundador de la Policlínica de Guipúzcoa y especialista en este centro y en el Hospital Donostia, presidió el 70º Congreso Nacional de Urología celebrado en San Sebastián ahora hace un año.

La resolución confirma la sanción que ya le impuso el Colegio de Médicos de Guipúzcoa en diciembre pasado y que fue impugnada por el facultativo ante el Consejo General. En mayo de 2005, el Colegio guipuzcoano le suspendió temporalmente a raíz de una denuncia de varios pacientes, a los que, según el acuerdo entonces adoptado, les dio "información no veraz" y les realizó "intervenciones que no se debieron practicar", además de ocultarles "datos e información".

Siempre según este escrito, Arocena desvió pacientes del sistema público al privado "con fines interesados" y admitió ser asistido en su práctica médica por su hermana, quien "carece de la capacidad profesional y autorización legal para el desarrollo" de estas actividades y que ha sido denunciada ante los tribunales por el Colegio de Enfermeras de Guipúzcoa por intrusismo.

"Múltiples complicaciones"

Desde abril de 2004, Arocena no realizaba intervención quirúrgica alguna en el Hospital Donostia por las "múltiples complicaciones surgidas" en sus operaciones, que requerían "no pocas reintervenciones". En la privada Policlínica de Guipúzcoa se le prohibió la práctica quirúrgica en abril de 2005 por iguales razones, precisa dicho texto.

El escrito del Colegio de Médicos de Guipúzcoa detalla los casos de cuatro pacientes víctimas de distintas negligencias médicas por parte de Arocena. A uno de ellos, que padecía dificultades de micción, le aseguró que "el único tratamiento posible" era quirúrgico, "aún cuando las pruebas practicadas no indicaban" la necesidad de dicha intervención. El texto precisa que durante esta operación el facultativo ocasionó al paciente una perforación que le produjo "importantes complicaciones posteriores".

En otro caso, practicó una vasectomía a un paciente que fue tratado en el posoperatorio por la hermana de Arocena de molestias en el testículo izquierdo y después fue diagnosticado de un quiste e intervenido sin ser informado de que la operación realmente pretendía subsanar un "problema posquirúrgico" derivado de la vasectomía.

Salvador Asenjo, abogado de la asociación que constituyeron una serie de afectados por la áctuación de Arocena, mostró su satisfacción por la resolución del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos. La asociación recurrirá a la vía civil para reclamar indemnizaciones.