El juez investiga si un chivatazo abortó una operación contra la red etarra

El juez Fernando Grande-Marlaska ha abierto una investigación para conocer el origen de un supuesto chivatazo que dio al traste con una operación contra el entramado de extorsión de ETA preparada para mayo pasado. El juez trata de determinar si la confidencia procedió de un miembro del Cuerpo Nacional de Policía, concretamente un comisario o un inspector jefe, aunque no descarta otros orígenes.

La investigación, adelantada por el diario El Mundo, trata de determinar si algún policía avisó a Joseba Imanol Elosua, detenido en Irún, de que el 4 de mayo se preparaba su detención cuando otro de los detenidos, José Luis Cau, iba a recoger dinero del impuesto revolucionario supuestamente pagado por dos empresarios. El dinero sería una deuda pendiente y aplazada desde 2001. Las fuentes consultadas aseguran que Grande-Marlaska ya ha citado a varios policías para aclarar este asunto. Los supuestos avisados fueron detenidos durante la operación contra el entramado de extorsión del miércoles pasado.

El juez ha declarado secreta la pesquisa, que se produce tras una fuerte desavenencia entre Grande-Marlaska y el comisario general de Información, Telesforo Rubio. Tras un cruce de escritos sobre 15 coches camuflados que participaban en vigilancias en España y Francia entre el 4 y el 6 de mayo, el juez exigió y logró un único interlocutor policial, a quien supuestamente le prohibió que informara a sus superiores de la investigación.