La crisis de EADS provoca una gran bronca y la suspensión de la sesión en la Asamblea francesa
El primer ministro francés, Dominique de Villepin, provocó ayer un grave incidente en la Asamblea Nacional francesa al acusar de cobardía al líder de los socialistas, François Hollande, que había denunciado la pasividad del Gobierno ante la crisis del grupo aeronáutico EADS. Hollande le preguntó también por la continuidad del copresidente francés, Noël Forgeard, después de que se supiera que había vendido 3,5 millones en opciones sobre acciones tres meses antes de que el título perdiese el 26% de su valor.
Muy crispado, Villepin acusó a Hollande de mantener "una actitud cobarde", pues, según él, la responsabilidad del nombramiento de Forgeard en el año 2000 recaía en un anterior Gobierno de izquierda. Villepin obvió que el presidente de la República en ese momento ya era Jacques Chirac y que Forgeard pasa por ser un hombre de confianza de éste. La sesión sobre preguntas de actualidad fue suspendida ante el tono de los acontecimientos y la imposibilidad de entenderse.
Los diputados socialistas respondieron a los insultos de Villepin abandonando la Asamblea con gritos de "dimisión". Asimismo, el presidente del grupo liberal Unión para la Democracia Francesa (UDF), François Bayrou, exigió elecciones anticipadas ante el momento de "descomposición total", informa Efe. Por su parte, el jefe del grupo comunista, Alain Bocquet, también pidió el adelanto de las elecciones presidenciales y legislativas previstas para la primavera del próximo año.
Villepin declaró ante la Asamblea que estaba dispuesto a "rediscutir el pacto accionarial de EADS". Por su parte, el ministro de Economía, Thierry Breton, confirmó que se había entrevistado con Arnaud Lagardère -propietario del 7,5% de EADS- para "hablar de una eventual evolución" del accionariado del grupo aeronáutico europeo.
El reparto actual de las acciones, tras la venta en abril del 7,5% por parte de DaimlerChrysler y Lagardère, queda en un 22,32% en manos alemanas, una cifra semejante repartida entre el Estado francés y Lagardère y un 5,44% del que es titular la española Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. El resto cotiza en Bolsa.
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