Cuando la población envejece
La economía de Finlandia se ve amenazada por un problema generacional
Finlandia asume la presidencia de la Unión Europea con su economía en alza. Durante el primer trimestre, ha mantenido el ritmo de aceleración con el que cerrara el ejercicio anterior. Según los últimos pronósticos del Ministerio de Hacienda, el crecimiento del PIB para 2006 será del 3,7 %, una cifra por encima de la media europea y que supera con creces el 2,1% registrado en 2005.
La precariedad laboral ya alcanza al 22% de la población activa, una cifra solamente superada a nivel comunitario por Polonia y España
Finlandia es, junto a Suecia, el único país de la UE que cumple con la estrategia de Lisboa al dedicar el 3,5% de IPB a Investigación y Desarrollo
La actividad económica ha tenido un impulso en todas los frentes: en la exportación, en el consumo doméstico y en las inversiones. De esta manera, la economía finlandesa parece sacudirse la desaceleración que le produjo el prolongado paro patronal de la poderosa industria papelera a mediados del año pasado. Finlandia es, después de Canadá, el mayor exportador de papeles y cartones del mundo. Según los últimos datos, el duro paro patronal recortó el crecimiento en un 1,2%.
El comercio exterior representa el 45% del PIB de Finlandia, no es de extrañarse que el crecimiento en las exportaciones esté estrechamente ligado al ritmo que marcan en la actualidad, tanto China como Rusia. España ocupa un discreto decimoquinto lugar en el comercio exterior finlandés, con 705 millones de euros de exportaciones al país nórdico y 1.286 millones euros de importaciones.
Innovación y Desarrollo
El reducido tamaño de su mercado interior (5,2 millones de habitantes) como los rigores climáticos han motivado que Finlandia adopte la competitividad e innovación como una nueva panacea. He aquí que Finlandia es, junto a Suecia, el único país de los veinticinco que cumple con la estrategia de Lisboa al dedicar el 3,5% de su PIB a Investigación y Desarrollo (I+D). El objetivo del Gobierno es aumentar el I+D al 4% en 2010.
En la actualidad, el sector privado provee el 70% de los fondos destinados a esta actividad, mientras que el 30% restante se lo dividen los estamentos universitarios y gubernamentales. Compañías como Nokia, empresa líder en el mercado de la telefonía móvil, se ha beneficiado de la generosa política de I+D.
El Gobierno de centro-izquierda ha seguido una disciplina financiera que no promete mayor aumento de gastos en un futuro cercano. Por ahora, el excedente público es de un 2,8% del PIB; por otro lado, una copiosa y pesada estructura municipal, atrae fuertes nubarrones en la administración y gestación de servicios básicos, como la salud y la educación. Esto indica que a mediano plazo la conducta de la economía finlandesa será más bien moderada.
Deslocalización
El fenómeno de la deslocalización ha golpeado fuerte a la industria finlandesa. De esta forma, el desempleo se mantiene en un 8,1% a pesar de los esfuerzos del Gobierno que en su programa prometió la creación de 100.000 nuevos puestos de trabajo. A esto se suma que la precariedad laboral alcanza ya un 22% de la fuerza laboral ocupada, cifra superada, dentro del concierto europeo, solamente por Polonia y España.
El otro factor determinante que comienza a pesar sobre la conducta de la economía finlandesa es la avanzada edad de su fuerza laboral. La población finlandesa es la que más envejece entre los países de la UE. Para afrontar futuros desafíos, el Gobierno promulgó el año pasado una amplia reforma en el sistema de pensiones que ha sido en general bien recibida por los analistas. La edad mínima para acogerse a la pensión se situó en 63 años. Si en la actualidad hay un pensionista por cada cuatro personas activas en el mercado laboral, en 2025 la relación será de uno a dos. A partir del próximo año, Finlandia perderá 10.000 personas de su mercado laboral, y no hay un ejercito de reserva en el horizonte.
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