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Reportaje:Las relaciones hispano-estadounidenses

España y EE UU acercan posiciones

Políticos y empresarios de ambos países minimizan la fría relación entre Bush y Zapatero durante una reunión en Florida

Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores, se reúne mañana en Washington con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, un reflejo de la normalización de las relaciones tras el alejamiento causado por la retirada de Irak y las discrepancias sobre Venezuela y Cuba. Los dos países tiene empeño en destacar la mejora de la cooperación política y el aumento de las relaciones económicas, como ha quedado claro en la reunión anual del Consejo España-EE UU -un foro de encuentro de políticos, empresarios y líderes creado en 1996- celebrado en Tampa (Florida).

Allí, tanto estadounidenses como españoles se han volcado para demostrar que todo va bien. La evidente mejora del clima político y de la relación y el fuerte incremento en exportaciones e inversiones españolas en EE UU colocan en segundo plano la falta de comunicación entre George W. Bush y José Luis Rodríguez Zapatero. "Yo creo que siempre es importante que se encuentren los que están a la cabeza de los países, pero las relaciones entre España y EE UU no dependen de eso ni se deben medir por una mítica reunión de dos personas. Es mucho más importante destacar los avances, y esto no ocurre en el vacío: mi presidente me ha instruido para que yo trabaje en el futuro de las relaciones con España; obviamente, el presidente Rodríguez Zapatero ha instruido a su equipo en el mismo sentido", señala el embajador de EE UU en Madrid, Eduardo Aguirre. "Los avances están guiados precisamente por nuestros dirigentes, y eso no se puede menospreciar. Tratar de buscar esa mítica reunión, caramba, es una vara de medir que no es realista y que no es necesaria".

La relación no depende de una "mítica reunión", dice el embajador, Eduardo Aguirre
Las exportaciones e inversiones españolas en Estados Unidos han crecido en un 30%

La sintonía del mensaje -no es fácil que se celebre esa "mítica reunión", pero Bush y Zapatero favorecen el acercamiento- está también en las palabras del embajador español en Washington, Carlos Westendorp: "En estas relaciones no falta nada. Lo que hace falta es seguir trabajando. Lo que no va -el que no haya una entrevista entre los dos presidentes- es algo que ninguna de las dos personas implicadas se lo plantea como una necesidad urgente. Todo lo demás va muy bien, y son esas dos personas precisamente las que están impulsando que esas relaciones vayan así".

"Son de una enorme profundidad esas relaciones", dijo en una teleconferencia con periodistas españoles Kurt Volker, subsecretario para Europa del Departamento de Estado, que destacó la cooperación antiterrorista, el despliegue español en Afganistán y los intereses comunes en Oriente Medio y Latinoamérica, además del fuerte incremento en los intercambios comerciales y la presencia de 20.000 estudiantes norteamericanos en España en 2005. Volker reiteró que no hay que medir la relación por el problema de comunicación Casa Blanca-Moncloa, sino por "la enorme cantidad de cosas que hacemos juntos". Pero, en Tampa, el ex embajador en España Edward Romero no tuvo inconveniente en decir a EL PAÍS que "falta por resolver el problema político entre los dos presidentes, el de la relación política al nivel más alto, porque no es normal que Bush y Zapatero no hablen". Romero, del Partido Demócrata, añade que coincidió con Zapatero en criticar "esa tonta guerra de Irak", pero lamentó que cuando el presidente del Gobierno estaba en la oposición no se levantara en un desfile al paso de la bandera de EE UU: "Esa bandera no es republicana ni demócrata, no es de Bush ni de Clinton, es nuestra bandera".

Para Tom Shannon, responsable latinoamericano del Departamento de Estado, "las relaciones están en un momento bastante bueno". "Bastante bueno, con algún malentendido", matiza Shannon, refiriéndose al problema del bloqueo de la venta de aviones españoles con tecnología estadounidense a Venezuela, "y con mucho potencial". En su intervención en el foro, Shannon defendió el trabajo conjunto con España en Latinoamérica.

Lo mismo hizo el ex presidente de Colombia y embajador en Washington Andrés Pastrana al hablar del diálogo España-Estados Unidos sobre la región y negar, como ilustra el ejemplo de Colombia, que la cooperación con Washington tenga efectos electorales negativos. Javier Sandomingo, director general para Iberoamérica de Asuntos Exteriores, coincidió "básicamente" en "los diagnósticos de Shannon y Pastrana", y dijo que es más útil que España y EE UU tengan "políticas complementarias, y no coincidentes", en la región. El portavoz del PP en la Comisión de Exteriores, Gustavo de Arístegui, alertó de las "alianzas antisistema" en Latinoamérica y discrepó de la política del Gobierno con respecto a Cuba.

"Las relaciones están en una situación muy sólida", dijo el senador Mel Martínez, presidente del Consejo por parte estadounidense, en la apertura de la reunión, a cargo de Carlos Gutiérrez, secretario de Comercio del Gobierno de Bush, que coincidió con el senador y que destacó las inversiones españolas en construcción y banca en EE UU, además de lanzar un mensaje a los empresarios españoles: "Aquí hay 41 millones de personas que hablan español y que tienen unos ingresos per cápita más elevados que la media de Latinoamérica".

Mel Martínez llamó la atención sobre la presencia creciente de exportaciones e inversiones españolas en EE UU -un 30% de incremento, detallado luego por el Secretario de Estado de Comercio y Turismo, Pedro Mejía- y en Florida, que atrae la tercera parte de esa inversión. "Los buques españoles ya llegaban aquí, al antiguo puerto de Tampa, hace cientos de años, con mercancías, con personas... Estamos relanzando una relación que ya existía".

En la reunión destacó la presencia y las intervenciones de números uno de la economía española, como José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, o Juan Ignacio Goirigolzarri Tellaeche, consejero delegado del BBVA y presidente del Consejo por España. El BBVA acaba de comprar dos bancos en Texas, y el ex candidato presidencial, ahora en Goldman Sachs, Dick Gephardt, se refirió a la operación como ejemplo. Para el consejero delegado del BBVA, "el mensaje es confirmar nuestra estrategia en Estados Unidos, que es triple. Primero, afianzarnos en el capítulo de las remesas enviadas por los inmigrantes; a través de Bancomer [hoy BBVA en México], nosotros tenenos el 40% de la cuota de mercado de las remesas [20.000 millones de dólares sólo a México en 2005]. Segundo, ya que existe esa relación con inmigrantes de primera generación, vender productos bancarios muy simples a nuestros clientes, para lo que compramos un banco en California, el Valley Bank, que tiene ya 35 oficinas, y estamos desarrollando y probando ese modelo. Y tercera línea estratégica, trabajar en el comercio exterior entre México y EE UU. Nos pusimos como objetivo Texas; hace dos años no teníamos nada, luego compramos el Laredo National, y ahora los dos nuevos bancos se complementan perfectamente: cubrimos todo el sur y pasamos a ser el primer banco regional de Texas". "Nosotros", añade Goirigolzarri, "siempre hemos dicho que EE UU es una de nuestras prioridades estratégicas".

Eduardo Aguirre, embajador de EE UU en España (izquierda), y el ministro Miguel Ángel Moratinos, en Tampa.
Eduardo Aguirre, embajador de EE UU en España (izquierda), y el ministro Miguel Ángel Moratinos, en Tampa.EFE

Una reunión para estrechar vínculos

Luis Fortuño (Republicano de Puerto Rico) y Xavier Becerra (Demócrata de California) presentan mañana el caucus [reunión] de Amigos de España en el Congreso, un grupo que existió hace años pero que se extinguió con el enfriamiento de relaciones.

El caucus arranca en la Cámara y se hará después en el Senado, "y antes de hacerlo público ya se han apuntado 20 congresistas", dice el puertorriqueño Luis Bacó, jefe de gabinete de Luis Fortuño. "Tenemos una historia en común con España, y hay que ensanchar las relaciones. Hay mucho desconocimiento en ambas partes; queremos educar a los congresistas sobre qué es España: puede haber diferencias, pero son entre amigos, en familia. Muchos piensan en España y de lo que se acuerdan es de que las tropas se retiraron inmediatamente de Irak, y pierden la perspectiva de que España y EE UU siguen siendo grandes aliados en la guerra contra el terrorismo y que EE UU tiene acceso a bases militares en España. Esperamos que este caucus pueda trabajar en el futuro con una organización similar que se cree en las Cortes españolas".

También lo desea Gustavo de Arístegui, portavoz del PP en la Comisión de Exteriores: "Cuando las relaciones no están en su mejor momento, parecería ridículo no poner en marcha un grupo de amistad España-Estados Unidos en el Congreso para intensificar las relaciones con la primera potencia del mundo, que es además la democracia más antigua, en donde hay casi 50 millones de hispanohablantes y con la que compartimos valores, principios y objetivos, más allá de las discrepancias que puedan existir".

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