Los inmigrantes marroquíes se organizan para influir en su país
"Queremos contagiar a Marruecos la democracia que hemos aprendido y vivido en Europa. Queremos poder votar, participar en la vida política y en la toma de decisiones. No ser solamente los que envían las remesas [de divisas]. Somos la segunda fuente de ingresos de Marruecos. Nos gustaría saber en qué se invierte ese dinero y sugerir en qué proyectos nos gustaría que se invirtiese", resumió ayer Kamal Rahmouni, presidente de la Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME), tras la inauguración en Madrid de la primera Conferencia Transnacional sobre la Inmigración Marroquí, en la que participan 150 representantes de la comunidad marroquí en el extranjero.
La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, encargada de abrir las jornadas, apoyó estas reivindicaciones en presencia del embajador de Marruecos en España, Omar Azziman: "El desarrollo de un país no debe construirse de espaldas a los que viven fuera de sus fronteras (...).Ningún país puede permitirse perder el capital acumulado por sus generaciones más jóvenes que un día decidieron emigrar", dijo.
Uno de cada 10 marroquíes lo ha hecho. En total, hay más de tres millones residiendo en el extranjero, alrededor del 80% en Europa. "Es un capital humano que Marruecos debe aprovechar. Queremos transmitir nuestro saber hacer, nuestros conocimientos, nuestra experiencia democrática para, entre otras cosas, evitar que otros sigan jugándose la vida para salir del país", aseguró Rahmouni.
Los representantes de la comunidad marroquí en el extranjero recordaron, asimismo, la necesidad de crear un Consejo Superior de la Comunidad Marroquí en el Extranjero, iniciativa a la que se comprometió el Rey Mohammed VI en un discurso pronunciado en noviembre.
Más protagonismo
Derechos, pero también deberes. "Tenemos que aclarar qué le debemos a Marruecos y qué nos debe Marruecos a nosotros. Nosotros tenemos el deber de no olvidar a las personas que se han quedado cuando nos empieza a ir un poco bien en otro país. Tenemos el deber de llevar nuestros conocimientos, nuestra experiencia, nuestros proyectos emprendedores a Marruecos, y Marruecos tiene el deber de dejarnos hacerlo", aseguró Rahmouni.
Marroquíes residentes en España, Francia, Holanda, Italia, Bélgica, Noruega y Alemania, entre los que había varios diputados, reclamaron asimismo a sus países de acogida la igualdad de derechos y un mayor protagonismo político y social. "Hoy se ha hablado mucho de lealtad. El marroquí estará siempre muy apegado a su país de origen y la prueba la estamos viendo ahora con la operación del Paso del Estrecho, cómo un hombre se hace 3.000 kilómetros en coche para pasar las vacaciones en casa. Lo que queremos es ser iguales en cada país".
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