El pueblo de los niños

No quieren una pista de karting, ni que haya coches en la acera. Necesitan más pasos de cebra y están contentos con los parques del municipio. Las opiniones de los 300 niños de ocho a 11 años que han participado en la iniciativa de la ONG Arquitectura y Compromiso Social (ACS) a petición del área de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Sanlúcar La Mayor (Sevilla) - con 12.000 habitantes- sobre el futuro Plan General de Ordenación Urbana son contundentes.

A la pregunta de qué es para ellos el PGOU, responden con toda naturalidad. "Significa que todo lo que esté mal, se tiene que arreglar y que todo lo que esté bien, se debe dejar tal como está y no estropearlo", afirma Paula, con la aprobación de sus compañeras de 4º de Primaria del colegio público La Paz, uno de los cuatro participantes en este proyecto.

El programa La huella chica, que forma parte del proyecto La huella digital, desarrollado por la ONG para recabar las opiniones de los distintos colectivos del pueblo, se puso en marcha en febrero. Desde entonces hasta ahora, los alumnos de Primaria de los colegios Maristas, San Eustaquio, Las Esclavas y La Paz han elaborado mapas con los lugares más representativos del municipio, han escrito cartas, poemas y canciones dirigidas al alcalde y han hecho de detectives para detectar los fallos y las virtudes de las calles de Sanlúcar, entre otras actividades. "Hicimos un recorrido por el pueblo para que vieran lo que les gustaba y lo que no. En el camino de vuelta, contaban con unas pegatinas de colores rojo, amarillo y verde para que etiquetaran todo aquello que veían en función de lo bien o lo deteriorado que estuviera", explica Manuel López, arquitecto de ACS y responsable del proyecto. "Funcionó, porque los pasos de cebra que dijimos que estaban mal, al día siguiente los estaban repintando", recuerda emocionado Ismael, otro alumno.

El lunes tendrá lugar un acto para hacer llegar las conclusiones del alumnado al alcalde, Juan Escámez (PSOE). "Todos quieren ser los encargados de la entrega", afirma orgullosa María del Carmen López, una de las profesoras.