Los atracadores llaman 'faenar' e 'ir al campo' a sus objetivos bancarios

La policía y el Juzgado de Instrucción 7 de Vigo llevaban meses, con pinchazos telefónicos y seguimientos, tras los cinco supuestos atracadores de bancos que fueron puestos en libertad el pasado sábado en Madrid. El atestado policial, al que ha tenido acceso EL PAÍS, se compone de unos 100 folios, con cuatro anexos, y 51 fotogramas extraídos de las cámaras de seguridad de las entidades bancarias y de vídeos filmados por la policía. En la mayoría de las fotografías se ve a uno o dos de los atracadores dentro o a las puertas de distintas entidades. Llevan los rostros tapados. Los otros implicados se suponen que vigilan fuera y preparan la huida.

Según el atestado policial, los implicados en estos atracos son Bernardino Muñiz Domínguez (coruñés, 53 años y alias Nino), Fernando González Fernández (Nando, madrileño de 29 años), Marcelino Martín Martín (52 años, Alcalá de Henares), Óscar Vilero Martín (alias Sotillo) y Javier Castañeda Cordero, todos ellos con antecedentes penales. Cada miembro de la banda, según la policía, tiene su papel en los atracos. Al menos cometían uno al mes.

Las conversaciones entre ellos grabadas por la policía y que figuran en el atestado están repletas de términos en clave, supuestamente para despistar a la policía. Intuían que podían grabarles las conversaciones.

Los cinco fueron detenidos in fraganti cuando, a través de un falso techo, se disponían a entrar en una sucursal de La Caixa en la madrileña calle de Mota del Cuervo el pasado día 8. Llevaban una mochila y tres pistolas. La policía logró descifrar las claves y les esperó a que llegaran a la citada entidad. Días antes habían sido vistos en dos coches, un BMW y un Audi, robados, merodeando por allí. Los agentes sabían que eran peligrosos y por eso avisaron a efectivos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) para que les detuviesen.

A cometer un atraco o ir a analizar posibles objetivos los investigados le denominan "jugar en el campo o faenar". Según las diligencias, El Marce, uno de los investigados, habló con Nando sobre las 14.30 del día 6 de junio, víspera del atraco de la calle Mota del Cuervo de Madrid. "A ver qué se tercia, porque hay que faenar ya, hay que faenar mucho, no nos podemos parar ya (...), hay que faenar con cuatro o cinco [se supone que atracos] seguidos y parar en agosto, que es vacaciones". Nando le contesta: "Muy bien, yo pienso como tú". En ese momento, ya tienen fijado como objetivo prioritario asaltar la citada sucursal de La Caixa. "Paramos en agosto y luego seguimos en septiembre, octubre, noviembre y diciembre", añade Nando.

El citado Audi 80, robado y de color negro, fue visto en atracos anteriores, y ayudó a la policía a localizarles. Las grabaciones telefónicas también permitieron a los agentes hilar que el siguiente objetivo era La Caixa de la calle Mota del Cuervo. Entraron en esta entidad el 8 de junio, aunque el atraco estaba previsto para dos días antes, si bien lo pospusieron hasta el 8 porque la mujer de uno de ellos tuvo que ser ingresada en el hospital de Alcorcón. "Atiende Doti [otro supuesto miembro de la banda], lo mismo que se ha esperado otras veces, también se espera ahora y punto", le suelta Nando para aplacar su impaciencia para cometer el atraco.

La fiscal de Madrid que decidió no pedir prisión para estos supuestos atracadores entendió que había inconcreciones en el atestado. Salvo en el caso del intento de robo en La Caixa, donde fueron sorprendidos in fraganti en el falso techo de la entidad, la fiscal entendió que el atestado se nutría de suposiciones y que carecía de imputaciones concretas. Por eso no pidió prisión.

Una fuente judicial de Madrid explica: "La policía hace muchos atestados de este tipo, pero la labor del juez debe ser desgranar la literatura y ver hechos concretos y sus autores".