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Entrevista:Andreas Brehme | Autor del último gol que dio un título a Alemania | Alemania 2006

"No fue penalti"

El 8 de julio de 1990 en el minuto 85 de la final Alemania-Argentina en Roma el ginecólogo mexicano Edgardo Codesal, árbitro del partido, ayudó a parir un penalti inexistente contra Argentina que decidió el Mundial. Con gesto grave y nervios de acero, el defensa izquierdo Andreas Brehme, que hoy tiene 45 años y entonces jugaba en el Inter de Milán, tiró el penalti que casi consiguió parar el portero argentino Goycoechea. Alemania conseguía así su tercer título mundial.

Pregunta. En la final del Mundial de 1990 marcó usted el penalti decisivo que supuso el 1-0 contra Argentina y el título para Alemania. Ahora que ya ha prescrito, sea sincero. ¿Fue penalti?

Respuesta. No. Hubo penalti antes, a Klaus Augenthaler. Pero el que yo marqué no lo había sido.

"En el primer partido contra Costa Rica, los jugadores no se comunicaron entre sí. Eso debe cambiar"
"El fútbol se ha hecho más rápido en Alemania, pero los jugadores no tienen buena formación táctica"

P. Usted, como defensa sabe que fue una entrada correcta.

R. Sí, claro, pero es peligroso hacerla en el área.

P. ¿Qué sintió frente al balón antes de chutar? ¿Pensó en algo particular?

R. Lo peor fue la espera de seis o siete minutos antes de que pudiera tirarlo. Los argentinos estuvieron discutiendo ese tiempo con el árbitro y sacaron el balón del campo.

P. Eso le pone a uno nervioso.

R. Sí, pero cuando me metí en el área me concentré en el disparo.

P. ¿Pensó 'tiro bajo y por la izquierda' o fue espontáneo?

R. No, ya me había decidido por esa esquina antes de disparar.

P. ¿Y por el pie también? Usted jugaba igual con la derecha o la izquierda.

R. Los penaltis los lanzaba siempre con la derecha. Nunca con la izquierda.

P. ¿Y el portero argentino Goycoechea no lo sabía?

R. No lo sé. Tendría que preguntárselo a él.

P. Usted sabía que él era un buen portero que había parado cuatro penaltis en el Mundial.

R. Sí, un gran portero, sobre todo en los penaltis. Por eso me alegré mucho de marcar.

P. ¿Se le recompensó personalemente de alguna manera? Aparte de la gloria.

R. No, de ningún modo. ¿Por qué?

P. Ni idea.

R. Todo el equipo ganó. No sólo un jugador.

P. Usted jugó en tres mundiales, México en 1986, Italia en 1990 y Estados Unidos en 1994. ¿Podría usted describir cómo cambió el fútbol en ese tiempo?

R. Se ha hecho más rápido, pero la táctica ha empeorado.

P. ¿Significa que es cada vez más aburrido?

R. Los jugadores no tienen buena formación táctica.

P. ¿Se refiere a Alemania, o al fútbol en conjunto?

R. Me refiero al fútbol alemán.

P. Usted jugó también en Italia y en España, en el Inter de Milán y en el Zaragoza. ¿Cómo fueron esas experiencias?

R. Sensacionales. Estuve rodeado de gente estupenda en los dos países. Fue muy bonito.

P. ¿Y en Zaragoza?

R. Zaragoza me gusta mucho. Una ciudad muy bonita, gente simpática y un gran equipo.

P. Usted se casó allí con una española

R. Sí, pero de eso hace ya 20 años.

P. ¿Se han divorciado?

R. ¡No!

P. ¿Sigue usted con Pilar?

R. Claro. ¡Es mi mujer!

P. Funcionó

R. Sí, muy bien incluso.

P. Usted volvió a la Bundesliga, y fue campeón con el Kaiserslautern a los 37 años. ¿Es un récord?

R. No sé si será algún récord, pero es verdad.

P. Beckenbauer dice que los jugadores de hoy son demasiado formales, que no abren la boca. Cuando usted jugaba con Matthäus, él le tiró un zapato en los vestuarios, y usted le gritaba. ¿Es eso cierto?

R. Es normal, a veces nos gritábamos, pero le aseguro que no era nada grave.

P. ¿Y comparte usted la opinión de Beckenbauer?

R. Da la impresión de que ahora los jugadores se comunican poco entre sí.

P. ¿Y a qué se debe?

R. Es cosa de ellos. Nadie puede obligarlos.

P. Como entrenador ¿pudo usted corregir esto?

R. Sí, les decía que debían comunicarse y ayudarse unos a otros en el campo de juego. Funcionó bien.

P. Y funciona también en la selección alemana

R. Sí, claro. Deben comunicarse al máximo.

P. ¿Cree usted que la defensa de la selección actual se comunica bien?

R. Durante el primer partido contra Costa Rica, no. Eso debe cambiar.

P. ¿Qué cambiaría usted? ¿Utilizaría un líbero?

R. Hay que tener en cuenta qué jugadores hay. Si debe haber un líbero, o defensa de cuatro, eso es decisión de Klinsmann.

P. ¿Pero usted no lo excluye?

R. Eso es decisión de Klinsmann.

P. ¿Así que usted no piensa en las posibilidades alternativas?

R. En ningún caso. Eso es cosa de Klinsmann.

P. ¿Qué la han parecido los primeros partidos del Mundial?

R. He visto partidos mejores, pero se han marcado muchos goles. Eso es lo mejor.

P. ¿Cree usted que Klinsmann tendrá éxito o tendrá que regresar pronto a California?

R. Espero que llegue lejos, naturalmente, aunque no da la impresión de que el equipo baste para ganar la final. Pero Klinsmann hace muy bien su trabajo.

P. Pero se le discute mucho.

R. Sea como sea, a mí me parece que lo hace muy bien.

P. ¿Qué perspectivas profesionales tiene usted, después de haber dejado el Stuttgart donde estaba de segundo entrenador, ayudando a Trapattoni?

R. He recibido propuestas de Turquía que he rechazado. Y ahora estoy a la espera.

P. ¿Le gustaría irse a España?

R. Claro que sí. Hay jugadores magníficos. Me encantaría.

P. ¿Cómo fue el trabajo como segundo de Trapattoni en Stuttgart?

R. Muy bien. Fue mi entrenador en el Inter. Una gran persona.

P. ¿Qué salió mal?

R. Íbamos quintos y al presidente le parecía poco. Al final quedaron novenos. Eso demuestra que hicimos un buen trabajo. Estoy orgulloso de haber trabajado con Trapattoni. Aprendí mucho de él.

Brehme, tras marcar el gol a Argentina en la final de Italia 90.
Brehme, tras marcar el gol a Argentina en la final de Italia 90.REUTERS

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