La autoridad iraní teme a las multitudes
Las pantallas gigantes instaladas en plazas y parques de Teherán no televisaron el partido
Al final, las pantallas gigantes instaladas en diferentes plazas y parques de la capitán iraní no mostraron el partido frente a México. Las autoridades parecen haberse asustado del efecto que podía tener la concentración de gente.
En la plaza de Vanaq, en el norte de la capital, los dos centenares de jóvenes que se habían dado cita mostraban su frustración. "¿Para eso hemos venido hasta aquí?", se lamentaba Dariush mientras se esforzaba por divisar algo en el televisor que un comercio había sacado a la calle. "Si piensan que nos van a estropear la fiesta, van dados", apuntaba, por su parte, Shayesteh, una joven con una bata ajustadísima y un pañuelo mínimo que agitaba una bandera de Irán.
Un coche de policía les vigilaba discretamente estacionado en una de las esquinas. Un poco más allá, en la parada de taxis, los conductores escuchaban las radios de sus vehículos con las puertas abiertas. El empate mantenía la tensión y la ciudad, habitualmente atascada al final de la jornada laboral, se mostraba completamente paralizada desde un par de horas antes.
En una escuela privada de idiomas los alumnos pidieron a los profesores acabar antes las clases. "Algunos ni siquiera han venido", comentaba una profesora.
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