Vocabulario para el 'football'
Barcelona
Por fin, fútbol inglés. El estreno de Inglaterra nos recuerda que con ellos aprendimos a chapurrear inglés: corners, penaltys, goles y, sí, también orsays. Ellos crearon el fútbol, pero en Inglaterra es difícil ver futbolistas ingleses. Su Liga es la más cosmopolita del mundo: casi uno de cada siete jugadores de este Mundial participan en la Liga inglesa. Sus equipos estandarte, Chelsea o Arsenal, juegan sin deportistas caseros. Para ver auténtico fútbol inglés sólo nos queda la selección. Quizás eso explique la pasión que arrastra en aquel país.
La Copa del Mundo es una sección independiente en la página en Internet del Guardian (http://football.guardian.co.uk/worldcup2006). Te puedes pasar el día entero en ella, y riéndote. Por ejemplo, la galería de los peores peinados de la historia del fútbol. Ahí están Bobby Charlton, con su flequillo lateral (efectivamente, no lo inventó Iñaki Anasagasti), el mohicano Christian Ziege, las coletitas verdes del nigeriano Taribo, el flequillo rabo de conejo de Ronaldo o la escarola de Valderrama. Respecto a la gastronomía (cierto, no fue invento suyo), la especialista Delia Smith recomienda un menú que se prepara en el tiempo de descanso, ¡y sin pastel de hígado! No menos entretenido es Paul Doyle con su vocabulario pelotero en diferentes idiomas. ¿A qué le llamamos Aufzugsmannschaft? Pues, por ejemplo, al Cái, a un equipo ascensor, yo-yo team en inglés. ¿Y la rabona de Romario? Cow's whip. Una palomita del portero es, en portugués, un peixinho; a un jugador de galería, o sea un cantamañanas, en Brasil se le llama brinca-na.areia; al pepinazo de Roberto Carlos, big cucumber en inglés; chumpigol en Chile. Si alguien tiene más definiciones, se pueden enviar a Knowledge@guardian.co.uk
También pide colaboración Robin Manser, que dedica su vida a los hooligans. Su página (www.footballhooligans.org.uk) es la número uno en Yahoo y Google. En ella advierte de que un Mundial excita a los hooligans más que ninguna otra cosa. Recibe al día 250 correos. Manser, licenciado en psicología, ha estudiado la idiosincrasia de sus forofos, distinta a la de otros. Por ejemplo, y eso lo decimos nosotros, si los forofos brasileños perdieran, quemarían la casa del seleccionador; si los forofos españoles ganaran, quemarían la Cibeles y Canaletas; pero con los hooligans, ganen, empaten o pierdan, algo seguro quemarán.
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