"Técnicamente podemos competir con cualquiera"

Xavi Hernández (Terrassa, 1980, 36 partidos internacionales) progresa a diario hasta el punto de que aspira a ser titular en el estreno mundialista del miércoles contra Ucrania. Luis le considera un referente siempre que recupere su mejor punto físico. Los últimos amistosos avalan la sensación de que está a punto para gobernar la selección española desde su puesto de volante, centro neurálgico de un equipo que necesita conectarse.

Pregunta. A juzgar por su actuación en el amistoso contra Croacia parece que está ya en condiciones de optar a la titularidad de la selección después de superar la grave lesión de ligamentos cruzados en la rodilla derecha que le tuvo cinco meses de baja

"Me tiro al suelo hasta en los amistosos. Me sorprendo a mí mismo. Espero jugar"

"Luis sabe los trucos y cuenta las cosas mejor que nadie. Es un seleccionador ideal"

Respuesta. Sí. Me siento animado, optimista y muy a gusto físicamente. Únicamente siento ciertas molestias en el tendón rotuliano, muy poca cosa, nada que ver con las que aún notaba cuando me reincorporé a los entrenamientos del Barcelona. Los fisioterapeutas y los médicos me cuidan y miman, la gente está muy encima mío para que no me falte de nada y yo me muero de ganas por competir.

P. ¿Está listo para disputar los balones divididos?

R. Me tiro al suelo hasta en los amistosos. Una y dos veces. Me sorprendo a mí mismo. Voy cogiendo confianza con el tiempo. Espero jugar.

P. ¿Le atormenta todavía el recuerdo de la Eurocopa cuando no disputó ni un minuto después del excelente momento de forma que mostró en el Barça?

R. Me pasé los tres partidos de Portugal calentando y nunca salí al campo. Aspiro a que en Alemania no ocurra lo mismo. El seleccionador siempre me ha dado mucho protagonismo. Apostó por mí en la fase de clasificación y de mí depende ser ahora un jugador importante. Aunque no me considero suplente ni titular, porque aquí no los hay, estoy en un buen momento. La verdad es que, desde que me lesioné, pensaba en llegar a tiempo para disputar el Mundial. Me decía: 'el Barça ya habrá ganado la Liga y no me necesitará'. Y así fue. 'Puede que tal vez tenga alguna opción en la Champions'. Y el míster me convenció de que todavía no estaba a punto para la final. El Mundial, en cambio, era un objetivo que me animaba en mi recuperación y aquí estoy, expectante, ilusionado porque la Copa del Mundo de Corea me pilló con 22 años, demasiado joven.

P. El guión táctico de la fase de clasificación ha variado respecto al de los partidos de preparación. ¿En qué puede afectarle?

R. El seleccionador ha introducido ciertas variantes ofensivas. Apenas ha tocado nada conceptualmente por lo que se refiere a la defensa y parcialmente en el medio campo. Las novedades se refieren sobre todo a los jugadores de ataque. Los delanteros se han juntado más en determinados partidos y a veces se ha actuado con dos puntas y un tercer futbolista un poco más retrasado. La consigna, sin embargo, es siempre la misma: hay que ocupar bien el campo, abrir las bandas y tocar mucho la pelota. Nos interesa tener el balón. ¿Por qué? Físicamente no somos precisamente de las mejores selecciones y, en cambio, técnicamente sí podemos competir con cualquiera. Y el seleccionador nos lo repite a diario.

P. No es lo mismo, sin embargo, que juegue Xabi Alonso que Albelda como medio centro.

R. Todos somos compatibles. Mi papel, en cualquier caso, es el mismo. Mi misión es darle ritmo a la pelota y fluidez al juego. Aunque yo espero que sí, otra cosa es que yo esté al nivel que exija el entrenador para mi cometido. La confianza que compartimos todos es hacer un buen Mundial.

P. La posición de medio centro y la de enganche se presenta en cualquier caso decisiva porque los centrales no garantizan la salida de la pelota desde atrás.

R. Tenemos y buscamos la salida por los laterales porque así lo queremos y también nos deja el rival. A partir de ahí hay que buscar los apoyos con los medios, las complicidades, intentar combinar. La clave está en jugar en el campo del contrario como ocurrió durante la segunda parte del partido ante Croacia.

P. La naturaleza de los delanteros también marca las opciones de los medios. No es lo mismo jugar con futbolistas de banda que con tres jugadores que se mueven de espaldas.

R. Los puntas deben dejarse caer a las bandas. El entrenador pide que se abran, que es necesario ocupar los costados, y hay dos maneras de hacerlo: estando o yendo, siendo extremo o jugando en la banda. Necesitamos referentes en los costados para darle sentido al juego de posesión y circulación de balón.

P. La propuesta de la selección guarda ciertas similitudes con la del Barcelona. España, sin embargo, no cuenta con jugadores que marquen la diferencia como el Barça.

R. Para mí, el sistema del Barcelona es el ideal porque representa un fútbol moderno. El asunto consiste en presionar muy bien, hasta que el rival sólo disponga del central como jugador libre y tener el cuero para atacar y defender. Ocupamos el campo a base de triángulos en las distintas zonas de la cancha. El tercer hombre se presenta como una alternativa al dos contra uno. A la selección puede venirle bien un patrón semejante. Ya verá el míster. Y, por lo demás, es una lástima que no se considere a Raúl como el mejor jugador a efectos de rankings, si es que se mide a los jugadores por trofeos como el Balón de Oro. Raúl puede marcar las diferencias y, al mismo tiempo, complementar un trabajo sensacional con Villa, que es el pichichi de la Liga, y con Torres, que viene marcando goles con la selección, para que el equipo alcance un punto máximo. Raúl es un ejemplo de lo que debe ser un futbolista porque siempre aporta un punto más en todas las cosas que tienen que ver con un jugador.

P. ¿España es favorita en su grupo de la primera fase y Brasil la máxima candidata al triunfo final?

R. Sí. Tiene tradición y un plantel de jugadores profundo y muy bueno. No hay que descartar a Alemania porque juega en casa. Me gusta también Argentina porque la veo más pelotera que otras veces con Riquelme y Messi. Y habrá que contar con Italia. Hay varios favoritos, mucha gente que jugará con presión, a diferencia de nosotros.

P. ¿Usted también es de los que piensa que, puestos a mirar a medio plazo, el mejor cruce de cuartos para España sería con Brasil?

R. Me gustaría. El aficionado español piensa que cuando juegas contra Túnez tienes que ganar por 3-0 y si no lo consigues te critican. Por el contrario, si te enfrentas a un adversario teóricamente superior, como Brasil, se consigue un plus de motivación en todos los estamentos del fútbol.

P. ¿Qué papel puede jugar el seleccionador en un país tan extremista que pasa de técnicos muy condescendientes a otros especialmente intervencionistas?

R. Luis Aragonés es la esencia del fútbol. Está enchufado las 24 horas del día. Vive el fútbol en grado superlativo. Se las sabe todas y nunca deja un cabo suelto. Acostumbra a tener siempre el comentario más adecuado para el jugador y le da sentido común al fútbol. Ha jugado, sabe los trucos y cuenta las cosas mejor que nadie. Es un seleccionador ideal por futbolero.

P. La idea que transmite, sin embargo, es de cierta confusión, o al menos parece como si hubiera dos equipos en uno.

R. El míster es muy claro cuando habla de los conceptos de juego: cómo presionar, cómo atacar, dónde defender, qué situaciones del juego hay que visualizar, qué se necesita para competir. Todos los comentarios tienen su argumento y los trabajamos de forma colectiva. Los futbolistas sabemos lo que hay que hacer en el campo. Otra cosa es que a la crítica le guste más un jugador u otro para un determinado puesto. No sabemos la alineación contra Ucrania y, sin embargo, cada uno conoce las responsabilidades que tiene en función del puesto que ocupa. Así de simple.