Iberdrola desafía a Industria y hunde el mercado mayorista eléctrico

El enfrentamiento entre el Ministerio de Industria y el conjunto del sector eléctrico -con Iberdrola a la cabeza- alcanzó ayer su máxima temperatura. La distribuidora de electricidad de Iberdrola (Iberdrola Distribución SAU) limitó ayer sus operaciones de adquisición de energía en el mercado mayorista eléctrico (donde se casan las ofertas de compra y de venta de electricidad) a aquellas ofertas que no superaran los 33 euros megavatio-hora (42,35 euros si se incluyen todos los costes). La consecuencia fue que sólo se casaron un 70% de las operaciones (546 gigavatios-hora) y el precio se desplomó desde los 70 euros el megavatio-hora del miércoles a apenas 30 euros.

El enfrentamiento entre Industria y las eléctricas gira, precisamente en torno a ese precio máximo de 42,35 euros por megavatio-hora establecido en marzo desde Industria por decreto para las operaciones que se cierren entre compañías generadoras y distribuidoras del mismo grupo. Iberdrola -y el resto de las empresas- consideran que ese precio es irreal y, en el caso de Iberdrola, se destaca que es una forma de obligar a la compañía a vender a pérdida.

El enfrentamiento y el desplome del mercado mayorista no tiene, en principio, ninguna consecuencia para los usuarios. Ni en uso ni en precio. La energía precisa para atender la demanda, toda la necesaria, entra por otras vías de mercado (el denominado mercado de restricciones). La decisión de Iberdrola, sin embargo, sí tiene consecuencias técnicas.

Ayer, fuentes de Red Eléctrica admitieron que el abierto enfrentamiento entre Industria e Iberdrola somete al sistema a tensiones no sufridas hasta la fecha.