Blasco hace un discurso continuista al presentar sus objetivos en Sanidad

Rafael Blasco hizo ayer un discurso continuista al presentar los objetivos de su gestión en su nueva responsabilidad en la Consejería de Sanidad, que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, le ha encomendado tras la reciente remodelación del Consell. El nuevo responsable de Sanidad se comprometió a mantener el "mismo clima de diálogo" que ha permitido a su predecesor, Vicente Rambla, cerrar acuerdos con el personal sanitario y apostó por ofrecer más calidad de vida a través de la "excelencia sanitaria".

Compromisos: mayores retribuciones, menor temporalidad y mejores condiciones laborales

Blasco se ciñó ayer, al presentar en el pleno de las Cortes Valencianas los objetivos de su gestión al frente de la Consejería de Sanidad, a un guión marcado por dos condicionantes: el escaso margen de maniobra que le otorgan los menos de 12 meses que permanecerá al frente del departamento y el hecho de que apenas ha tenido tiempo para ponerse al día en su nueva. De ahí que hiciera un discurso continuista respecto a la gestión de Rambla, que siguió de cerca la intervención de su sucesor. Blasco dijo que garantizaba esa línea "continuista", entre otras cosas, por "solidaridad" con la gestión de su antecesor.

Así, tras asegurar que la gestión sanitaria de la Generalitat es "excelente" -dijo que la Comunidad Valenciana es "la primera comunidad autónoma que no ha generado deuda en dos años"- y después de repetir los argumentos sobre la escasez de financiación estatal, que "obliga" a la Generalitat a "asumir" el déficit, Blasco se comprometió a mantener el "mismo clima de diálogo" que ha permitido cerrar "acuerdos vitales" con el personal del sector y mostró su disposición a ampliar al resto de categorías sanitarias los pactos alcanzados ya con los sindicatos en la mesa sectorial de Sanidad sobre la carrera profesional. Y adquirió el compromiso de concretar iniciativas como la mejora de las retribuciones, la disminución de la temporalidad en los puestos de trabajo o la mejora de las condiciones laborables del personal de Sanidad. También se mostró partidario de fomentar la participación ciudadana y anunció el plan de excelencia, cuyo objetivo es acercar el sistema sanitario al ciudadano. Por otra parte, Blasco, que el miércoles atribuyó "esquizofrenia verbal" al diputado verde de EU Carles Arnal, se disculpó ayer y se mostró dispuesto, si hubo "algún nivel de excesividad" en sus manifestaciones, a retirarlas.

Los portavoces de la oposición discreparon de la versión que Blasco había ofrecido de la sanidad valenciana. La socialista Encarna Llinares enumeró toda una serie de incumplimientos de compromisos adquiridos por el Consell, y aseguró que la Comunidad Valenciana está "a la cola" de España en cuanto a inversión directa en Sanidad, "muy alejada" de la inversión media nacional y "a años luz" de la inversión que realizan otras autonomías.

Por su parte, Alfred Botella, de Esquerra Unida-L'Entesa, dijo que Blasco había hecho un discurso con "poca concreción", basado en "medias verdades" y en "críticas al Gobierno" central. Y censuró la creciente privatización del sistema sanitario, que conduce a excesos como el que supone que en la sanidad valenciana se hicieran el año pasado más resonancias magnéticas que las que sumaron los sistemas sanitarios públicos de Andalucía, Cataluña, Madrid y el País Vasco.