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El Supremo niega que una juez fuese parcial por ser afectuosa con una víctima

El Tribunal Supremo ha rechazado el recurso que un hombre que abusó de un niño interpuso contra la sentencia que le condenó, en el que aducía que la magistrada perdió su imparcialidad porque dio muestras de afecto al menor. Para el tribunal, ello no mermó la imparcialidad de la juez.

La Sección Primera de la Audiencia de Guipúzcoa condenó en julio pasado al hombre, aquejado de un leve retraso mental, a cuatro años de cárcel por un delito de agresión sexual contra el pequeño, al que engañó para que acudiera a su piso, donde le sometió a diferentes tocamientos.

El procesado, de 46 años, recurrió al Supremo al entender que se había vulnerado su derecho a un juez imparcial e independiente, porque la presidenta de la sala "dio muestras de afecto al menor" al que "llegó a besar en la cabeza". En opinión de la defensa del acusado, ello hizo que la magistrada "perdiera la imparcialidad suficiente".

El Supremo considera en su sentencia que "el mostrar una actitud afectuosa y tranquilizadora a un niño que ha de prestar declaración en las circunstancias del caso no puede constituir en modo alguno una pérdida de la capacidad de juzgar los hechos". A su entender, la forma de comportarse de la juez no constituyó "una relación directa" con el menor "susceptible de crear un prejuicio a favor o en contra del acusado".

El tribunal recuerda además que, para que un juez pierda su imparcialidad, es necesario que antes de la vista "haya tenido una relación directa" con una parte del proceso "susceptible de crearle un prejuicio" a favor o en contra del acusado.

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