Las obras del nuevo túnel de Vielha llevan un retraso de casi dos años

El nuevo túnel de Vielha que se está construyendo junto al actual, en la carretera N-230, principal vía de acceso a la Val d'Aran, tenía que haber sido entregado al Ministerio de Fomento el pasado 8 de febrero, según consta en el contrato firmado por las empresas constructoras, una unión temporal formada por las firmas OHL, Comsa y Copcisa. Sin embargo, la galería no podrá entrar en servicio antes de un año y medio porque, en los últimos tiempos, las obras han sufrido demoras.

Responsables de esta importante infraestructura, adjudicada en enero de 2001 por un importe de 128 millones de euros y con un periodo de ejecución de 39 meses, siempre han admitido la existencia de retrasos por diferentes motivos. Desde hace unos días ha aumentado el ritmo de los trabajos y se espera que en verano vuelvan a la normalidad de antes. Desde antes de la llegada del pasado invierno, la actividad en el túnel ha sido prácticamente testimonial, con tan sólo una veintena de trabajadores.

El problema que ha motivado el inconcebible retraso se arrastra desde hace más de un año, en concreto desde que finalizaron las obras de perforación de la galería, de 5.230 metros de longitud. El ritmo de los trabajos se vio alterado porque las empresas constructoras solicitaron una modificación del proyecto inicial, supuestamente por motivos de seguridad en el interior de la galería. El Ministerio de Fomento se negó inicialmente a introducir cambios no justificados y amenazó con penalizar a las constructoras si no entregaban el túnel en la fecha pactada.

El director de la obra, Joan Barios, ha explicado al diario La Mañana que las empresas constructoras ya han recibido el proyecto modificado y los permisos para poder continuar las obras. Un portavoz de Fomento desmintió ayer que esté aprobado el proyecto modificado de la obra. En la actualidad hay unos 200 operarios trabajando tanto dentro como fuera del túnel y se espera duplicar la cifra durante el verano.

Las modificaciones, como es lógico, supondrán un aumento considerable del presupuesto inicial de la obra, puesto que afectarán a diversas partes de la infraestructura, en especial a los trabajos de revestimiento del interior del túnel, a las galerías de servicios y a la colocación de las instalaciones eléctricas, ventilación, iluminación, telefonía y videocámaras. Por mucho que se acelere el ritmo de los trabajos, será imposible recuperar el retraso acumulado. Los cálculos más optimistas indican que el nuevo túnel de Vielha, que se llamará Juan Carlos I, no estará acabado hasta finales de 2007, casi dos años después de la fecha prevista inicialmente.