Asesinados 24 civiles iraquíes en un falso control de carretera
El Gobierno retrasa el nombramiento de los ministros de Interior, Seguridad y Defensa
En una nueva atrocidad dentro de la escalada de violencia sectaria que se ha abatido sobre Irak, 24 civiles -todos kurdos y chiíes, y entre ellos varios menores- fueron asesinados ayer tras haber sido obligados a descender de sus vehículos en un falso control de carretera en Udhaim, 120 kilómetros al norte de Bagdad. "Los bajaron de los coches uno a uno y los asesinaron", aseguraron fuentes policiales, que indicaron que los asesinos indultaron a cuatro suníes.
Mientras, los dirigentes iraquíes volvieron a retrasar el anunciado nombramiento de los responsables de los ministerios de Defensa, Seguridad Nacional e Interior, de los que depende la seguridad. En principio, estaba previsto que ayer el primer ministro, Nuri al Malaki, nombrase a tres militares, dos chiíes y un suní, dentro de su plan para tratar de frenar a las milicias. Sin embargo, los partidos que apoyan al Gobierno no se pusieron de acuerdo y la reunión fue suspendida.
El asesinato de 24 civiles se produjo en la provincia de Diyala, escenario de frecuentes ataques y de asesinatos sectarios. Las matanzas en falsos controles de carretera se convirtieron en una de las marcas de la guerra de Argelia. Entre las víctimas del falso control de carretera de Udhaim se encontraban varios estudiantes de entre 15 y 16 años que acudían a examinarse a Baquba. Los pasajeros fueron obligados a bajarse del coche y asesinados uno a uno; mientras que varios que trataron de salir corriendo fueron tiroteados por la espalda. Cuatro viajeros que se identificaron como suníes salvaron la vida. Aunque desde la invasión del país se han producido episodios de violencia interreligiosa, desde el atentado contra la Mezquita Dorada de Samarra, un santuario chií destruido el 22 de febrero, la situación está fuera de control y a diario se encuentran cadáveres de personas asesinadas.
La matanza de Udhaim no fue el único episodio de violencia de ayer en Irak. En Basora, la principal ciudad del sur del país, que lleva casi una semana bajo estado de emergencia, 12 personas murieron en enfrentamientos entre suníes (muy minoritarios en el sur) y policías. Según las fuerzas de seguridad, fue una operación antiterrorista; según fuentes suníes, los policías dispararon contra los fieles que acudían a una mezquita.
La agencia Reuters ha recogido otros atentados -sin contar Udhaim y Basora- en lo que representa un terrible resumen de la situación en Irak. Kirkuk: un civil y un policía mueren en la explosión de dos bombas de carretera; Latifiya: hombres armados entran en una escuela y secuestran al director, a un profesor y a un guardia; Baquba: dos civiles son asesinados en la puerta de un comercio; Bagdad: hombres armados asesinan a cuatro trabajadores iraquíes de una empresa de comunicaciones, la policía encuentra 15 cadáveres en diferentes puntos de la ciudad. Además, el Ejército estadounidense anunció ayer haber matado por error a tres civiles iraquíes durante un entrenamiento de artillería. El Gobierno iraquí, por su parte, señaló ayer que estaba haciendo "todo lo posible" para lograr la liberación de cuatro diplomáticos rusos secuestrados el sábado.
En el terreno político, la situación tras el nombramiento, tras meses de negociaciones, de Malaki como primer ministro sigue bloqueada a causa de las diferencias entre los diferentes partidos que apoyan al Ejecutivo. Actualmente, la mayoría de los cuerpos de seguridad están en manos de milicias, acusadas de estar detrás de numerosas atrocidades.
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