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El entorno del Museo del Prado tendrá más zonas peatonales y perderá el aparcamiento

Gallardón anuncia el inicio de las obras de acondicionamiento del perímetro de la pinacoteca

Con seis meses de retraso sobre lo previsto, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció ayer un nuevo proyecto de reforma urbana, de alcance menor pero con un presupuesto considerable: 6,5 millones de euros (cinco millones pagados por el Ayuntamiento, y el resto, por el Ministerio de Cultura). Se trata de la mejora del entorno del Museo del Prado, que incluye peatonalizar una amplia zona en la trasera de la pinacoteca, eliminar el aparcamiento frente a la puerta de Goya y renovar pavimento y mobiliario urbano. En total, poco más de una hectárea que será remodelada bajo la batuta del arquitecto Rafael Moneo, responsable de la ampliación del museo. Las obras comenzarán "de inmediato" y durarán seis meses.

En el proyecto se usarán materiales de calidad: losas de basalto, granito y piedra de Colmenar

El coordinador general de Organización y Gestión de Proyectos del Ayuntamiento, Francisco Panadero, aseguró hace nueve meses a este periódico que el proyecto de acondicionamiento del entorno del Prado -una obra "complementaria" de la de ampliación del museo y, al igual que ésta, dirigida por el Ministerio de Cultura- estaba ya acordado con el ministerio, y calculó que los trabajos comenzarían a finales de 2005. Pero la tramitación se ha retrasado y sólo ayer la Junta de Gobierno municipal autorizó la firma del convenio con Cultura y el gasto presupuestario.

Aunque las obras no serán realizadas por el Ayuntamiento, sino por el equipo del arquitecto Rafael Moneo -responsable de la ampliación del Prado-, el dinero saldrá principalmente de las arcas municipales porque "las actuaciones sobre el viario público son competencia municipal", afirmó el alcalde. Los técnicos municipales sí formarán parte de la dirección de las obras.

Este proyecto no tiene ninguna relación con el del eje Prado-Recoletos, que, a pesar de que no se ejecutará hasta el próximo mandato (2007-2011), ha levantado una fuerte polémica por la oposición de grupos ecologistas y de Carmen Cervera, vicepresidenta vitalicia de la Fundación Thyssen. El proyecto Recoletos-Prado consiste en la reforma integral del paseo frente al museo.

Los trabajos anunciados ahora por Ruiz-Gallardón atañen únicamente al lateral y la zona trasera del museo, son de menor magnitud y sólo pretenden acondicionar el entorno del Prado para "completar" su ampliación.

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"Queremos que la reforma esté terminada y lista antes de que se inaugure la ampliación del Prado, y el ministerio nos ha dicho que eso será a principios del año próximo. Por eso empezaremos de inmediato", explicó Ruiz-Gallardón.

El objetivo es "aumentar las zonas peatonales, incrementar el arbolado, renovar los pavimentos y el mobiliario urbano y crear áreas de descanso en los aledaños de la pinacoteca", adecuando las aceras y viales a los nuevos accesos. Todo ello con un proyecto "muy cuidado en sus detalles, para cuya ejecución se utilizarán materiales de la mayor calidad". A esa calidad en los detalles atribuyeron fuentes de la Concejalía de Urbanismo buena parte del coste de la operación.

El plan ha sido redactado por Moneo, y afecta al área circundante al Prado definida por la calle de Ruiz de Alarcón, la de Casado del Alisal y la zona situada al norte de la pinacoteca, hasta las escaleras de subida a la iglesia de los Jerónimos (ver gráfico).

La primera novedad es la "peatonalización" del acceso a la Puerta de Goya. En realidad ésta no es una zona de tránsito de vehículos, pero a ella se puede entrar con el coche para dejarlo en el aparcamiento en superficie que hay frente a ese lateral del Prado. A partir de ahora quedará prohibida la entrada de coches y el aparcamiento desaparecerá. Será sustituido por una "zona de descanso", ampliando el actual talud ajardinado junto a la calle de Felipe IV y rematándolo con un banco corrido de granito. El proyecto mantiene, no obstante, un pequeño acceso rodado "de uso ocasional" controlado por bolardos.

El pavimento de esta zona estará formado por "losas de granito de gran calidad", y se creará un paseo hacia el nuevo edificio del museo "pavimentado con losetas de basalto y definido por bancos lineales de granito".

La segunda área de actuación es la calle de Ruiz de Alarcón, paso intermedio entre el edificio original del Prado y las nuevas dependencias diseñadas por Rafael Moneo. Aquí será peatonalizada una amplia zona entre el museo y la iglesia de Los Jerónimos, incluido el tramo de Ruiz de Alarcón comprendido entre las calles de la Academia y de Casado del Alisal, "distinguiendo el entorno de la iglesia de los Jerónimos mediante un pavimento realizado a base de cuadros de basalto enmarcados por piedra de Colmenar".

El proyecto conserva una conexión entre Ruiz de Alarcón y las calles de la Academia y Felipe IV para el paso ocasional de vehículos, también con bolardos.

Por último, en la calle de Casado del Alisal se llevará a cabo la adecuación de rasantes a los accesos de portales y garajes ya existentes, y también al nuevo acceso para camiones de carga y descarga que se situará en el edificio de ampliación del museo.

Las obras en el conjunto del ámbito incluyen la plantación de 110 árboles -entre ellos, 17 olmos de Liberia y tres cedros- y la creación de casi 4.000 metros cuadrados de "pradera vegetal", con 8.850 unidades de plantas de boj.

Imagen de las obras de ampliación del Prado, en julio de 2004.
Imagen de las obras de ampliación del Prado, en julio de 2004.LUIS MAGÁN

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