Los pilotos del SEPLA y los políticos catalanes se revuelven contra Iberia

El abandono de la "mayoría" de vuelos regulares de Iberia desde el aeropuerto de Barcelona aumentó ayer la marea de críticas y amenazas contra la compañía por parte de políticos y empresarios de Cataluña. El Gobierno autónomo se rasgó las vestiduras, insistió en reclamar la gestión de El Prat, pidió a AENA que revise la adjudicación a Iberia de la T-4 de Barajas y advirtió a la empresa que se atenga a las "consecuencias". Los hoteleros de Barcelona llegaron a sugerir un boicoteo al puente aéreo. Los pilotos ven en la nueva compañía de vuelos baratos Catair un intento de Iberia de montar una filial para vaciar la compañía y aseguran que están dispuestos a ahorrarle costes de pilotos para que mantenga vuelos en El Prat.

La intención de Iberia de dejar de operar los vuelos desde Barcelona que considera deficitarios se conocía hace meses pero el hecho de que el presidente de la compañía lo certificase el martes minutos antes de la junta de accionistas ha terminado de soliviantar a políticos y empresarios catalanes. Ayer la compañía matizó que "no abandona" Barcelona, sino que rediseña sus vuelos en función de sus intereses comerciales, y que El Prat es un punto crítico donde la competencia de las aerolíneas de bajo coste ("con subvenciones artificiales") ha vaciado sus aviones.

"Si Iberia no apuesta por Barcelona, tendremos que ver si Barcelona apuesta por Iberia", espetó al abordar la cuestión el consejero catalán de Economía, Antoni Castells. "Ya ha llegado la hora" de transferir la gestión de El Prat, reivindicó el portavoz del Ejecutivo de Pasqual Maragall y consejero de Política Territorial y Obras Públicas (PTOP), Joaquim Nadal. El consejero reclamó que se replantee "la atribución de terminales en los diferentes aeropuertos y la relación entre Iberia y AENA", en alusión a la sociedad pública que gestiona los aeropuertos españoles. Puso como ejemplo a "revisar" la adjudicación de la nueva terminal T-4 de Madrid-Barajas.

Los supuestos "privilegios" de la aerolínea que preside Fernando Conte estuvieron también en boca del alcalde de Barcelona, Joan Clos, quien apeló a una intervención del Gobierno central para "contrarrestar" la decisión de Iberia. El marcaje de la Generalitat y el alcalde se centrarán ahora en tratar de hacer todo lo posible para que AENA impida a Iberia elegir los slots o permisos de vuelo con los que se queda y cuáles deja, lo que presenta dificultades dado que esa asignación está reglamentada estrictamente.

"No pasaría si fuera pública"

También la oposición de CiU pidió al Gobierno que intervenga. El ministro de Industria, José Montilla, dijo en Antena 3 que "si Iberia siguiera siendo una compañía pública, no abandonaría los vuelos nacionales" que opera desde El Prat, "al menos con este Gobierno". "Si quedan libres slots hay otras aerolíneas que los cogerán y suplirán esos recorridos. No nos debe preocupar tanto".

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, de quien depende también AENA, afirmó que son "prematuras" las críticas a la decisión de Iberia de dejar de operar algunas de sus rutas con origen y destino en Barcelona y recordó que, en todo caso, es una empresa privada. Álvarez añadió que Iberia ha pedido "más slots en Barcelona". El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, envió un "mensaje de tranquilidad" en TV-3 al afirmar que la nueva línea de vuelos baratos cubrirá los vuelos que abandone Iberia.

La sección sindical del sindicato de pilotos SEPLA de Iberia entró al trapo de la polémica. A juicio de los comandantes, la decisión de Iberia de crear Catair, con sede en Barcelona, esconde la intención de montar una filial para "vaciar la compañía" en los próximos tres años. Arguyen que el hecho de que con el 20% del capital de la nueva compañía Iberia se atribuya el 80% de los dividendos y que se reserven la posibilidad de llegar al 80% de los derechos políticos y económicos en tres años les lleva a pensar que van a transferir aviones y carga de trabajo a "otros que son ellos mismos camuflados", lo que pone en peligro sus empleos.

El SEPLA afirma que el 30 de marzo entregó un plan a Iberia en la que ofrecen reducir costes en pilotos a cambio de mantener vuelos en Barcelona, y que sostienen que dejarían los costes operativos por debajo de los de compañías de vuelos baratos como Easyjet. Los pilotos no descartan ir a la huelga en julio si Iberia no aclara los interrogantes que han planteado.

El empresariado catalán, que apuesta por la participación de capital privado, se sumó a los malos augurios. Las dos patronales catalanas de las pequeñas y medianas empresas, Pimec y Fepime, lamentaron la decisión, que "dificultará la necesaria agilidad en los negocios" y "perjudicará" la imagen del aeropuerto. La decisión "sería un golpe muy fuerte al turismo", según el hotelero Joan Gaspart, presidente de Husa y de Turismo de Barcelona. El presidente del gremio hotelero de la ciudad, Jordi Clos, calificó el repliegue "impresentable" y de "vergüenza" y auguró "una plataforma de boicoteo empresarial" contra Iberia por parte de los catalanes que viajen a Madrid en puente aéreo.