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Bancaja evita personarse en la causa sobre el pago de facturas falsas en Terra Mítica

El coste de la participación de la caja en el parque temático asciende a 70 millones de euros

La trama de facturas falsas emitidas por proveedores de Terra Mítica por valor de 10 millones de euros que investiga el fiscal a raíz de una denuncia de la Agencia Tributaria empañó ayer la asamblea general de Bancaja, cuyo grupo controla cerca del 24% del capital de la empresa promotora del parque y que intenta superar la suspensión de pagos. A preguntas de un consejero, José Luis Olivas, presidente de Bancaja, explicó que la caja valenciana no se personará en la causa como accionista individual del parque sino que actuará de acuerdo con los asesores de Terra Mítica.

La asamblea refrenda a Francisco Villena como nuevo vocal del consejo

La asamblea que aprobó los resultados del Grupo Bancaja en 2005, que ascendieron a 332 millones de euros, discurrió amortiguada por los optimistas discursos del presidente y director general de la entidad hasta que llegó el momento de los ruegos y preguntas y salió a relucir el caso Terra Mítica. La participación del Grupo Bancaja en el capital de la empresa promotora del parque temático ronda ya el 24%, puesto que la caja capitalizó toda la deuda que había contraído la promotora del parque y que ascendía a 26,3 millones de euros.

Un consejero socialista formuló una extensa interpelación sobre la participación de la caja en Terra Mítica, "uno de los proyectos más ruinosos para Bancaja, que se ha visto obligada a provisionar 70 millones de euros para atender tanto las pérdidas como las minoraciones de capital necesarias para que no se produjera la quiebra de la empresa".

El consejero quiso saber "¿qué medidas está tomado Bancaja para investigar las responsabilidades de gestión que se puedan haber producido en el parque tanto en el proceso de construcción, como en la gestión posterior que tantas pérdidas acumuladas ha supuesto?"; si Bancaja "ha solicitado o va a solicitar una auditoría operativa de la sociedad"; si la caja "va a personarse en el procedimiento judicial" abierto a raíz de una supuesta "trama de facturas falsas", en las que el parque es tanto perjudicado como parte implicada, "por la que supuestamente se han pagado diez millones de euros por trabajos y adquisiciones que nunca tuvieron lugar"; si Bancaja "autorizó o consintió la postura de su representante en el último consejo de administración de Terra Mítica en relación con la moción de apoyo explícito que se aprobó a favor del ex presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana"; si la caja cambiará a sus representantes en Terra Mítica "ante los intentos de manipulación de los órganos de gobierno de la sociedad"; y, finalmente, qué postura tiene previsto mantener Bancaja en la próxima asamblea de accionistas de Terra Mítica en relación con "la forma de enajenar los terrenos del parque que van a ser recalificados para atender las deudas contraídas y salir de la suspensión de pagos".

Olivas replicó que "no tendría sentido" que la caja valenciana se personara en la causa como un accionista individual de Terra Mítica y que la entidad actuará de acuerdo con la decisión que adopte el consejo de la empresa promotora del parque a partir de los informes de sus propios servicios jurídicos.

Sobre la fórmula adecuada para vender las parcelas de Terra Mítica y enjugar la mitad de la deuda que el parque había acumulado cuando solicitó la suspensión de pagos, Olivas remitió al criterio que adopten al respecto "los especialistas" y siempre en favor de "lo mejor" para la empresa promotora del parque.

El presidente de Bancaja también aclaró que los representantes de la entidad en cualquier consejo de administración actúan siempre con "el respaldo" de la caja.

Olivas evitó pronunciarse respecto a la posibilidad de solicitar una auditoría interna de las cuentas del parque o de abrir una investigación sobre la gestión de Terra Mítica.

Al margen de lo polémica sobre la participación de Bancaja en la empresa promotora del parque temático, la asamblea aprobó por unanimidad al socialista Francisco Villena para ocupar la plaza que dejó vacante en el consejo de administración Jordi Palafox el pasado mes de febrero. El sustituto natural de Palafox, Joan Morató, evitó asumir el puesto porque ocupa una plaza de concejal en el Ayuntamiento de Calpe desde las elecciones municipales de 2003, un año después de la constitución de la actual asamblea general de Bancaja.

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