El grupo chino Hutchison y Ter Cat se adjudican la nueva terminal del puerto de Barcelona

España empieza a recibir las primeras inversiones procedentes de China. Y en una infraestructura básica para el desarrollo de la economía: los puertos. El grupo chino Hutchison y la compañía catalana Ter Cat se han adjudicado la nueva terminal de carga del puerto de Barcelona, 93 hectáreas que permitirán ampliar el tráfico de contenedores hasta los 4,5 millones anuales, cerca de las cifras que manejan los grandes puertos europeos. Las dos compañías invertirán 660 millones de euros y crearán 600 puestos de trabajo directos y 2.000 indirectos.

La oferta de Hutchison y Ter Cat superó las de los otros dos finalistas, el grupo TCB -primer operador marítimo español- y Dubai Ports, que ha levantado recientemente una agria polémica al adjudicarse la gestión de varios puertos de Estados Unidos. El proyecto de Hutchison -un gran conglomerado con presencia en varios sectores e inversiones en todo el mundo- pasa por tomar el 70% del capital de Ter Cat en un plazo de tres meses para iniciar la construcción de la nueva terminal de carga de inmediato. La Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) se reserva la posibilidad de tomar el 5% de la nueva empresa.

Líder mundial en la gestión de terminales de contenedores, Hutchison permitirá que la mitad del tráfico de contenedores en Barcelona "llegue de los grandes puertos del sureste asiático", explicó ayer el presidente de la APB, Joaquim Coello. Hutchison tiene ya compromisos para operar en otros puertos del Mediterráneo, concretamente en Turquía y Egipto, pero se ha comprometido a hacer de Barcelona su base de operaciones en el sur de Europa.

La compañía invertirá junto con Ter Cat 500 millones de euros en maquinaria y 160 millones en obra civil para construir la terminal, que dará empleo a 600 trabajadores de forma directa y a 2.000 personas de forma indirecta. Además, la adjudicación supone un pago de 28 millones a fondo perdido al puerto barcelonés y 22 millones más como avance de las tasas pagaderas en los próximos años. La facturación anual prevista asciende a 300 millones de euros.

En su oferta, Hutchison ha incluido también compromisos con ocho grandes navieras -fundamentales para elevar el tráfico del puerto barcelonés- y una apuesta decidida por la ampliación del área de influencia del puerto, con el desarrollo de la red ferroviaria y de nuevas terminales interiores en el sur de Europa.

Más allá de las cifras, Coello destacó ayer que Hutchison "se alinea con la estrategia de Barcelona de captar tráfico procedente de Asia y afianza el liderazgo del puerto en el Mediterráneo", y aseguró que la nueva terminal "es la más importante que se ha adjudicado en España" y tiene "importantes consecuencias económicas, tanto para el posicionamiento del puerto como para el desarrollo de la economía catalana"

Unanimidad

El consejo de la APB -formado por 25 miembros, entre los que figuran operadores del puerto, sindicatos, ayuntamientos y la Cámara de Comercio, además del Gobierno central y la Generalitat- aprobó ayer la adjudicación por unanimidad y prevé poner en marcha la terminal en 2008, en una operación que reformará todos los accesos al puerto, con una inversión de 90 millones en carreteras y de 320 millones en ferrocarril, que incluye la construcción de una terminal ferroviaria.

Ter Cat debe liberar ahora las 26 hectáreas que ocupa en el puerto, una superficie en la que la APB estudia construir atraques para barcos transatlánticos de transporte de vehículos.