La decana exige a la Generalitat "respeto" y "diálogo" con los jueces
Sanahuja reclama participación en el diseño de la nueva organización judicial
La juez decana de Barcelona, Maria Sanahuja, exigió ayer "respeto" y "diálogo" a la Generalitat para que los jueces puedan participar en el diseño del nuevo modelo de oficina judicial. Sanahuja tildó de "muy difíciles" las relaciones con el Departamento de Justicia, al tiempo que pidió más recursos para hacer frente a la carga de trabajo de los tribunales. Según la memoria anual de 2005, los juzgados mercantiles están saturados.
La nueva oficina judicial reorganizará el trabajo de los juzgados de Barcelona para conseguir un funcionamiento más eficaz y racional. Sanahuja alertó de que este objetivo podría truncarse si no se tiene en cuenta la opinión de las personas que trabajarán bajo el nuevo marco organizativo: los jueces y el resto de funcionarios de la Administración de Justicia. "Tengo la sensación de que están haciendo un vestido sin tomarme las medidas, y el día del estreno puede que no quepa en él o que me vaya muy grande".
La decana aseguró que a los jueces no sólo no se les permite participar, sino que además "desconocen" la orientación que la Dirección General de Relaciones con la Administración de Justicia está dando a la oficina judicial. "El Departamento está trabajando con una falta total de diálogo que es inaceptable", señaló. Para evitar "improvisaciones", Sanahuja pidió que el traslado a la nueva Ciudad Judicial entre L'Hospitalet y Barcelona, previsto para el próximo año, se efectúe una vez definido el diseño de la oficina judicial. De lo contrario, juzgó, la situación en el futuro será "peor que la que tenemos hoy".
"El panorama político" y la convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas no ayudará, indicó la decana, a solucionar los problemas de la justicia. Estas dificultades pasan, dijo, por la excesiva carga de trabajo que acumulan algunos juzgados. Durante 2005 se registraron en Barcelona 298.119 diligencias penales, el 3% más que el año anterior.
Los mercantiles, saturados
Los juzgados mercantiles, por ejemplo, están saturados y no pueden dar salida "ni a la mitad de asuntos que reciben". La razón es que sólo hay cuatro órganos para esta materia en Barcelona cuando, en opinión de la decana, sería necesario crear al menos cuatro más. Para paliar este mal funcionamiento, Sanahuja pidió a la Generalitat más recursos humanos y un mayor uso de las nuevas tecnologías.
Idéntica precariedad afecta al Registro Civil. La decana dijo que el número de expedientes ha crecido de forma espectacular sin un correspondiente aumento del personal. Sanahuja denunció una situación curiosa: durante varios meses ha habido y todavía hay en algunos juzgados impresoras sin funcionar y ordenadores guardados en cajas. El motivo es la "descoordinación" entre el Departamento de Justicia y el Ministerio de Justicia, que discrepan sobre cuál de las dos administraciones debe asumir la conexión a la red.
La juez decana criticó los efectos de la ley de medidas contra la violencia sexista, ya que ha alargado el recorrido judicial que deben hacer los ciudadanos. Este "deambular" de detenidos y víctimas de los juzgados de instrucción a los de violencia sobre la mujer -o a la inversa- comporta una "victimización adicional", en opinión de Sanahuja.
La memoria del Juzgado Decano de Barcelona indica también que la movilidad de los magistrados descendió en 2005. Aun así, Sanahuja criticó las condiciones de trabajo de los jueces sustitutos. "Se les llama poco" y "se les paga tarde y mal". Ante esta situación, muchos magistrados "se ven obligados a buscar otra ocupación". Algo que, a la postre, dificulta encontrar a jueces para cubrir vacantes. Cinco juzgados de lo social de Barcelona, además, trabajan en condiciones físicas "inaceptables".
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