Marruecos repatria a 433 inmigrantes de Senegal que fracasaron en su ruta canaria

Mientras centenares de personas siguen llegando en cayucos a Canarias procedentes de las playas senegalesas, el aeropuerto de Dakar empieza a convertirse en el centro de llegada de quienes no lo logran y que o bien fueron interceptados por la Marina marroquí antes de entrar en aguas españolas o bien fueron rescatados de sus débiles embarcaciones. Ayer fueron 433 los repatriados en cuatro aviones fletados por Marruecos, siete de los cuales llegaron en ataúd, y seis, enfermos. Se preven nuevas repatriaciones en próximos días.

Todos aquellos que no logran finalizar la travesía con éxito, pasan tres semanas en Dajla (Sáhara Occidental), en centros de internamiento, hasta que un avión los devuelve a Senegal, de donde procede la mayoría de los que llegan a Canarias. Ayer, decenas de familiares esperaban a las puertas del aeropuerto de los Peregrinos de Dakar. "Mi hermano Omar se fue a principios de mes. Todos pusimos dinero para este viaje de la esperanza, y ahora mira: él aquí, y todos sin dinero", comentaba Conmba Diop. El ministro de Agricultura, Farba Senghor, acudió a recibir a los 156 primeros repatriados. Les animó a confiar en el presidente, Abdoulaye Wade, cada día más desacreditado. "Debéis tener confianza en África. Aquí habrá futuro y el presidente hará todo lo posible porque haya trabajo para todos", dijo ante la indiferente mirada de los recién llegados.

Así es la acogida de los que fracasaron. Llegan como héroes, saludando a sus familiares desde el autobús. Son atendidos por los médicos, y después, o bien se van a sus casas directamente, o bien se les juzga de emergencia, se les condena a dos años y medio de cárcel que no cumplen y se les deja volver a sus casas con una mancha en el expediente. Se supone que la reincidencia por intento de inmigración clandestina es cárcel segura, pero la realidad es que las cárceles están a rebosar, al igual que los juzgados, y será muy difícil hacer sitio a los centenares de sin papeles que están siendo repatriados desde Marruecos y Mauritania. Los muertos permanecen en el tanatorio a la espera de ser reconocidos por sus familiares; si no, su foto se publica en los medios antes de ser definitivamente enterrados.

El Gobierno español está estudiando apoyar a Senegal en la vigilancia de las costas con una patrullera. Precisamente una de estas embarcaciones, la Río Duero, enviada por el Ejecutivo a Mauritania, rescató ayer a 25 personas a bordo de un cayuco cuando se encontraban a la deriva a cuatro millas de Cabo Blanco, entre olas de dos metros, y tras de 20 días de navegación. En sólo dos días, han llegado a las costas canarias 796 inmigrantes a bordo de 12 cayucos; y durante el mes de mayo, la cifra se acerca a los 5.000. Ayer, llegaron 63 a Tenerife, y un buque de la Armada escoltaba por la tarde a otra embarcación, aunque no trascendió el número de ocupantes. Sierra Leona se comprometió a repatriar a sus nacionales llegados a Canarias, informa Efe.