Nueve países europeos ayudarán a España a patrullar las costas de África occidental

Nueve países europeos -Austria, Finlandia, Portugal, Francia, Italia, Reino Unido, Alemania, Grecia y Países Bajos- se comprometieron ayer a cooperar con España en la vigilancia y control de las costas de Mauritania, Senegal y Cabo Verde, de donde parte el tráfico de cayucos a Canarias. El proyecto, que implicará a cinco patrulleras, cinco helicópteros y un avión de reconocimiento, se enmarca en el plan acordado el 23 de mayo en Bruselas por la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y será coordinado por la agencia europea de control de fronteras (Frontex).

La operación, la primera de este tipo realizada por la UE fuera de su territorio, tiene como bases jurídicas el convenio sobre inmigración ya firmado por España con Mauritania y otros "acuerdos similares" cerrados con Senegal y Cabo Verde, según afirmó ayer Antonio Camacho, secretario de Estado de Interior.

Camacho reunió ayer en su Departamento a los embajadores en Madrid de los países mencionados para empezar a concretar el plan. Participaron también en la reunión la secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, el secretario de Estado de Defensa, Francisco Pardo, un representante de la Comisión y otro de Frontex.

Según informó el secretario de Interior, Francia, Reino Unido y Portugal ofrecieron "material" para la operación, en tanto que "otros países", de los que Camacho citó Alemania, Grecia e Italia, se comprometieron a aportar parte del personal necesario para completar las plantillas de oficiales de enlace y tripulaciones.

La Comisión Europea dispone de fondos para estas tareas y financiará parte del despliegue, quedando al resto a cargo de los Estados miembros que cooperen.

Pero la coordinación del proyecto está en manos de la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores. Esta nueva instancia de la UE, que empezó a operar en su sede de Varsovia a comienzos de año, envió la semana pasada un requerimiento a los 25 socios comunitarios para que informen de las ayudas que puedan prestar al plan de control de las aguas subsaharianas diseñado por la Guardia Civil. El plazo para la respuesta concluye el 2 de junio. A partir de esa fecha, Frontex volverá a reunir a los países congregados ayer en Madrid para concretar todos los extremos de un despliegue que, según fuentes de Interior, estará operativo para el 10 de junio. El Consejo de Administración de la Agencia se reúne mañana en Hungría y debatirá la crisis de Canarias, sin adoptar decisiones.

El despliegue durará, al menos, hasta finales de septiembre, según Camacho, será renovado si vuelve la emergencia y servirá de prueba para otros países, como Italia, Malta o Grecia, que también tienen problemas de inmigración ilegal por mar.

Se realizará en cinco zonas a definir, durante la próxima reunión que convoque Frontex, en torno a las costas de los tres países citados. España tiene ya una patrullera en Mauritania. Cabo Verde ha sido incluido en el plan, porque es punto de escala de los buques llamados negreros que descargan pasajeros para los cayucos que parten sobre todo de Senegal.

Camacho afirmó que con la reunión de ayer se había "puesto en marcha" una de las más importantes entre las 15 medidas acordadas por [la vicepresidenta] De la Vega en Bruselas, lo que demuestra, añadió, que la Unión "no sólo tiene una política de control de fronteras, sino que está dispuesta a trabajar en ella", con una serie de medidas que, junto a las de emergencia, como las adoptadas ayer, combinen objetivos de lucha contra la pobreza y desarrollo a medio y largo plazo.

A este enfoque responde también la gira que ayer inició el secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, por Sierra Leona, Guinea-Bissau, Camerún, Senegal, Gambia, Guinea Ecuatorial y Liberia. Los tres primeros países citados aceptaron la semana pasada negociar con España acuerdos integrales de control de flujos migratorios.