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Simancas marca un hito al ser designado candidato a la Comunidad por aclamación

El PSM destaca la participación y la credibilidad como claves para alcanzar la presidencia

Daniel Verdú

Rafael Simancas, secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), ya es el candidato oficial a la presidencia de la Comunidad de Madrid. No fue necesario someterle a votación, ya que unos 500 compañeros le eligieron entre aplausos, por aclamación, sin que ninguno de ellos presentara la menor objeción. Fuentes del PSM calificaron de "histórico" el hecho de que no se produjera ninguna discrepancia, recordando la "jaula de grillos" que era años atrás esta federación socialista. Simancas destacó que para la victoria en 2007 será clave la participación del electorado y la credibilidad que debe lograr su partido. Prometió "dejarse la piel" y ofrecer "una alternativa socialista, centrada, moderada y responsable".

Pocas veces se recuerda en el PSM una decisión tomada de forma tan unánime y tan rápida como la de ayer. Tras 10 minutos a puerta cerrada -en la sede de UGT-Madrid-, sin recursos, voces discordantes ni quejas de la militancia, Simancas fue proclamado candidato a encabezar la lista a la presidencia de la Comunidad. La del próximo año será la tercera vez que Simancas se batirá electoralmente con Esperanza Aguirre (PP).

Manuel Aragüetes, presidente del Comité Regional extraordinario, preguntó a sus compañeros: "¿Hay alguien que quiera que se someta a votación?". Nadie lo pidió. Todo el mundo aplaudió. Un gesto de unanimidad insólito en una federación socialista que durante muchos años estuvo dividida y enfrentada en varias familias.

Esta imagen de unidad para el presente del PSM tratará de borrar el recuerdo de traición y transfuguismo que en 2003 costó a Simancas la pérdida del Gobierno regional, que tuvo al alcance de la mano en conjunción con IU.

Tras su proclamación, que deberá ser refrendada por el Comité Federal del PSOE el próximo mes, el candidato agradeció su confianza a los 500 miembros del Comité Regional. "Os prometo que voy a dejarme la piel para liderar el cambio en la Comunidad de Madrid", dijo. Además, aseguró que su oferta de gobierno se basará en "una alternativa socialista, centrada, moderada y responsable".

Para que su partido sea el más votado en las elecciones de mayo de 2007, Simancas fijó dos objetivos prioritarios: lograr la mayor participación ciudadana posible y obtener por parte de ésta una total credibilidad. Según el candidato, el objetivo de Aguirre será fomentar la "apatía" y "la resignación de aquellos que comparten ideas progresistas.

Aunque pidió a los militantes del PSM "una voluntad de hierro a prueba de encuestas", Simancas recurrió a una idea extraída de los sondeos de opinión, que pone de relieve que el Gobierno de Aguirre "tiene valores y actitudes radicales, muy alejados del sentir moderado y centrado de los madrileños". Indicó que, "en una escala donde 0 es la extrema izquierda y 10, la extrema derecha, los madrileños se sitúan en el 4,7 o 4,8, colocan al PSOE por encima del 4,2 o 4,3 y sitúan al PP por encima del 8 y a Aguirre por encima del 9".

El líder socialista acusó a Aguirre de practicar "la radicalidad, el ultraliberalismo confesional y la confrontación estéril, frustrante e inútil con el Gobierno de España y con sus compañeros en el Ayuntamiento de Madrid".

Simancas se presentó como el candidato de "las soluciones". Según él, "todos los problemas que teníamos siguen ahí porque Aguirre se ha dedicado a otras cosas". Para Simancas, la Comunidad debe participar en el debate territorial, pero no para generar conflictos, sino para afianzar la cohesión y la confianza de los españoles. El candidato del PSM aseguró que Aguirre ha defraudado a los madrileños y vaticinó que éstos le volverán la espalda. Además, prometió que él no va a "bailar el agua a nadie" y sólo estará del lado del "interés general".

Simancas esbozó parte de lo que será su programa electoral. "Los problemas, al contrario de lo que intenta hacer creer Aguirre, no son para siempre", dijo el candidato. Así, explicó que el primer objetivo de su Gobierno será "conseguir que Madrid sea la primera comunidad autónoma de España en calidad y equidad de los servicios públicos, con la educación como prioridad de prioridades".

A continuación, destacó la necesidad de lograr "un desarrollo económico serio, sólido, justo y equilibrado", basado en "el dinamismo empresarial, el empleo de calidad y la innovación y el conocimiento". Como tercera prioridad, apuntó "una ordenación del territorio decente" que permita acabar con "el atasco permanente". Como último objetivo, citó "una sociedad con más calidad y participación democrática", lo que se traduciría en un Parlamento y un ente público Radio Televisión Madrid (RTVM) "más ágiles, transparentes y participativos".

"Gobernar no es hacerle la contra a otro Gobierno, no es conspirar contra la sanidad pública, no es romper las ciudades", dijo en este último punto dirigiéndose a Trinidad Jiménez y en referencia a la política del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. "Tenemos un año. Los madrileños quieren un cambio y el PSM está preparado para dárselo", dijo Simancas antes de recibir otro largo aplauso de la militancia.

Rafael Simancas saluda, con gesto triunfal, a sus compañeros en el congreso extraordinario de los socialistas madrileños.
Rafael Simancas saluda, con gesto triunfal, a sus compañeros en el congreso extraordinario de los socialistas madrileños.MANUEL ESCALERA

Pocos pesos pesados

Durante la proclamación de la candidatura, Simancas estuvo respaldado por la práctica totalidad de los miembros de la Ejecutiva y el Comité Regional del PSM, que le brindaron puestos en pie un aplauso de más de un minuto. Sin embargo, con el recuerdo todavía fresco de las últimas elecciones, algunos esperaban ayer ver a miembros de la ejecutiva federal del PSOE ofreciendo una imagen de apoyo al recién proclamado candidato.

La ejecutiva federal, la más alta dirección del PSOE, estaba representada sólo por los tres integrantes madrileños de la misma: la portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, Trinidad Jiménez; el edil Pedro Zerolo y el secretario de Organización del PSM, Andrés Rojo.

"Éste era un acto del PSM y era el día de visualizar lo que es este partido en la actualidad", decían fuentes del partido. "El hecho de que no hubiera más miembros de la ejecutiva federal era intencionado, no es que les hayamos dicho que no vinieran, pero no se ha buscado. Los que han acudido venían en calidad de miembros del PSM". Según las mismas fuentes, el apoyo de la dirección nacional del PSOE a Simancas ha quedado de sobra demostrado.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes

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