La marcha del planeta
La imprescindible cita que el Worldwatch Institute tiene con sus lectores para ofrecer el estado del planeta ha llegado puntualmente a las librerías. En esta entrega, el propio presidente del W. I., Christopher Flavin, abre la edición dedicada a China y la India. Dice Flavin que cuando aterrizaba en Pekín el año pasado después de dos décadas creía que lo hacía en Los Ángeles. Frente a la marabunta de bicicletas que encontró en su primera visita lo que ahora veía eran enormes rascacielos, chiringuitos de comida rápida, coches elegantes y otros símbolos propios de la sociedad del consumo.
Lo que describe a continuación, resultado de diez años de crecimiento sostenido en torno al 9,5%, es una realidad apabullante. La China de hoy consume el 26% mundial del acero, el 32% del arroz, el 37% del algodón y el 47% del cemento. Fabrica el 80% de los productos que se venden en las estanterías de Wal-Mart. Los chinos doblan a los norteamericanos por número de teléfonos móviles. Han pasado a fabricar más de 2,6 millones de automóviles al año en muy poco tiempo y sólo disponen de un 8% del agua dulce del planeta para abastecer las necesidades de su población, que representa el 22% del mundo.
La situación del mundo 2006 China y la India
The Worldwatch Institute
Fundación Hogal
del Empleado
Icaria Editorial
ISBN 84-7426-841-9
La situación de la India, sin llegar a las magnitudes que alcanza China, es parecida y refleja un hecho incontestable. Las dos grandes naciones asiáticas recorren a velocidad de fórmula 1 la senda que las incorporará a la élite mundial.
¿Va a ser diferente a la que antes recorrió el Reino Unido? Le preguntaban a Mahatma Gandhi poco antes de que India alcanzara su independencia. "Si Gran Bretaña ha necesitado saquear medio mundo para estar donde está, ¿cuántos mundos precisaría la India? No. No queremos que una India libre sea un país tan desarrollado como el de sus señores coloniales", contestó.
Existe una tendencia entre los países ricos a predicar a los pobres cómo deben desarrollarse para no seguir su mismo camino, sin tener en cuenta que la huella ecológica -el consumo por persona de recursos naturales y los residuos que genera- de su economía es dos veces superior a la de India o China. Y tratar de prevenir epidemias como la gripe aviar mediante la implantación intensiva de granjas industriales no es la solución para garantizar una carne saludable.
Además del enfoque especial sobre China e India, el informe 2006 aborda con datos puntuales, escenarios novedosos, como el replanteamiento de la industria cárnica en el mundo, la producción de biocarburantes, los efectos del mercurio, la conservación de los ecosistemas de agua dulce -a cargo de la gran experta mundial Sandra Postel-, las oportunidades para la paz de las catástrofes y la transformación de las empresas. Si Gandhi leyera hoy este último capítulo creería que el mundo desarrollado no recorre, afortunadamente, el mismo camino que el de los señores coloniales.
El cambio no se ha producido voluntariamente. Un informe de mil científicos de referencia sobre los ecosistemas del milenio alerta de que la degradación ambiental afecta al mundo financiero y a las empresas al incrementarse los controles y costes de su actividad. Más de 1.700 multinacionales han dado pasos hacia la responsabilidad social empresarial. En casos como Nestlé, Nike o Coca Cola lo han hecho forzadas por campañas publicitarias negativas que ponían en riesgo sus resultados económicos. Worldwatch cita a Iberia como una de las corporaciones líderes en mitigar impactos ambientales por haber reducido un 6% el combustible en sus vuelos.
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