Réquiem por un festival caduco

Los nuevos componentes de La década prodigiosa, formación madrileña nacida en 1985, fueron los ganadores de la 39 edición del Festival Internacional de la Canción de Benidorm celebrado el viernes por la noche y que confirmó su hundimiento definitivo.

El adelanto a la primavera, la reducción de dos a una única gala, y el traslado a un recinto cerrado no sirvieron para recuperar el esplendor de este concurso musical que en los años 60 y 70 lanzó a la fama a Julio Iglesias, Raphael o el Dúo Dinámico. El formato, caduco y obsoleto, sin orquesta y transformado en un mero karaoke televisado solo logró reunir algunos rostros famosos como Marujita Díaz o José Luis Parada así como otros invitados cuyo único mérito ha sido participar en el concurso Gran Hermano. Este año la organización ni siquiera se esforzó en alcanzar un acuerdo con las televisiones nacionales para la retransmisión del evento.Canal 9 asumió el reto de retransmitir exclusivamente en castellano una gala cuyos invitados fueron José Luis Perales y Falete, entre otros. Además, el aforo del recinto no se llenó de público, aunque los camerinos fueron insuficientes para todos los concursantes, que tuvieron que compartir vestuarios.

Esta edición del Festival estuvo marcada por los desencuentros entre la dirección de la televisión, la productora y los responsables del Ayuntamiento. La oposición municipal decidió no acudir a la gala y denunciar el "despilfarro" de 800.000 euros que cuesta a las arcas municipales este acto "en decadencia". Entre el público se pudo ver al presidente de las Cortes, Julio de España, la consejera Gema Amor y el senador Miguel Barceló.

La continuidad de este Festival está en el aire. La muerte reciente del alcalde de Benidorm, Vicente Pérez Devesa, su más ferviente defensor, y la inminente salida del gobierno municipal de sus más estrechos colaboradores abocan al concurso a una nueva etapa. El nuevo primer edil, Manuel Pérez Fenoll, así lo ha manifestado, ya que ha confesado que busca una nueva fórmula que, aunque mantenga la misma marca de los últimos 40 años, se adapte a las exigencias de la sociedad actual. Con lo que todos tienen claro que esta ha sido la última edición de un festival que ensalza a las viejas glorias.