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Gallardón se apoya en Rajoy para hacer balance y preparar la campaña electoral

El presidente del PP respaldó al alcalde en un acto de autobombo por los tres años de gobierno

A un año y dos días vista de las elecciones municipales de 2007, el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, abrió ayer la precampaña con un indisimulado acto de autobombo al que asistieron -además de unos 200 cargos municipales- el presidente del PP, Mariano Rajoy, y la presidenta de la Comunidad y del PP de Madrid, Esperanza Aguirre. Rajoy acudió para respaldar la labor del alcalde -dijo que su gestión está siendo "brillante" y alabó la visión de "futuro" de sus 71 obras de infraestructuras-, aunque no llegó a señalarlo expresamente como candidato para 2007 -ni a él ni a Aguirre-. Las dos candidaturas se dan por seguras en el PP, pero la dirección del partido en Madrid no ha querido confirmar públicamente la de Gallardón.

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Según la convocatoria oficial cursada a los periodistas, el acto de ayer era una "reunión del grupo municipal popular" en la que se iba a hacer "balance de tres años de gobierno" con un invitado de excepción: Mariano Rajoy. Pero el propio Rajoy lo dejó claro en su discurso: "Esto es un acto de partido". La escenografía tampoco engañaba: a los 30 concejales y un consejero del PP se sumaron decenas de directores generales, coordinadores de área y gerentes de distrito. Todos permanecieron metidos durante dos horas bajo una carpa levantada detrás del Ayuntamiento, escuchando discursos sobre la necesidad de ganar en 2007.

La "reunión de grupo" nunca se produjo, aunque sí hubo balance de los tres años de gobierno en un vídeo promocional emitido al principio del acto. El segundo vídeo -más de veinte minutos sobre la reforma de la M-30 que Rajoy aguantó estoicamente- despejaba cualquier duda sobre cuál ha sido la prioridad del PP en ese trienio. En los discursos, sin embargo, se habló muy poco de los tres años pasados y mucho del que queda hasta las próximas elecciones. E incluso de otros comicios: los generales de 2008.

Abrió las intervenciones el vicealcalde, Manuel Cobo, que después de desgranar íntegro el organigrama municipal y explicarle al presidente del PP cuántos habitantes tiene cada uno de los 21 distritos -"más que muchas capitales de provincia"-, le dijo: "El alcalde nos marcó tres objetivos: mejorar la vida de los madrileños, ganar las elecciones de 2007 y hacer todo lo posible para que tú, Mariano, seas presidente del Gobierno de España. Y lo haremos. Haremos todo lo que nos pidas".

Lo mismo le prometió Ruiz-Gallardón a su jefe de filas cuando subió al estrado: afirmó que España necesita un Gobierno de "gestores" que piense "en las personas antes que en los territorios", y añadió: "Nos tendrás aquí durante todo este año hasta las próximas elecciones. Y, a partir de ahí, donde el partido nos sitúe y los ciudadanos quieran".

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El alcalde ha dicho ya que, si es reelegido en 2007, agotará íntegro el segundo mandato de cuatro años, pero también ha sugerido que ser alcalde no sería incompatible con ser, a la vez, diputado nacional con Rajoy.

Ruiz-Gallardón volvió a contar que su equipo no se presentó a las elecciones de 2003 para "estar cómodos" y "dejar las cosas como estaban", sino para ejecutar en cuatro años "un proceso de transformación que ninguna ciudad europea ha acometido en tan poco tiempo". Y tendió una mano a Esperanza Aguirre: "El trabajo lo tenemos que hacer juntos. No basta con caminar en la misma dirección, hay que coordinar políticas. Hemos querido, queremos y vamos a seguir queriendo trabajar conjuntamente. Por encima de cualquier diferencia".

"Valioso gesto"

A continuación se giró hacia Rajoy y le agradeció su presencia en un acto que, aunque estaba organizado desde hace semanas, llegó dos días después de que el vicepresidente de la Comunidad y presidente de la Comisión Electoral Regional del PP, Ignacio González, hiciera pública la candidatura de Esperanza Aguirre para 2007 y rehusara hacer lo mismo con la de Ruiz-Gallardón. "Tu presencia aquí es un valioso gesto de respaldo que te agradezco muy expresamente", dijo el alcalde a Rajoy.

El respaldo llegó efectivamente en el discurso del presidente del PP. Con dos matices: que Rajoy no habló de candidaturas -el partido sólo hará oficiales sus candidatos para los ayuntamientos en septiembre- y que prácticamente cada vez que alabó el trabajo del PP en el Ayuntamiento, añadió: "Y en la Comunidad".

"El alcalde y su grupo han demostrado que están a la altura de las circunstancias. Yo creo que un gobernante debe tener ideas, programa y voluntad decidida de llevarlo a cabo. Aquí lo hay", subrayó Rajoy. Aplaudió las obras -"causan molestias, pero son el futuro; sin ellas sólo hay parálisis y colapso"-, pero también hizo una reflexión con la que pareció aludir a la polémica de los parquímetros: "Las críticas hay que escucharlas. Pueden llevar razón o no, pero no son despreciables. No hay que temer rectificar cuando las críticas son razonables".

Rajoy terminó mostrando su "orgullo" por la labor del PP "en Madrid", y concluyó: "Esta ciudad necesita durante algunos años más un equipo de gobierno tan competente, inteligente y eficaz como éste". No dijo que necesitara a "este" gobierno, pero los concejales de Ruiz-Gallardón se dieron por satisfechos.

La presidenta Aguirre no desaprovechó la ocasión para hacer su habitual discurso de oposición al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero. Dijo que el PSOE pretende "desquiciar" a España -"en sentido literal: sacarla de sus quicios, romper el marco constitucional"- y subrayó que el PP "se ha convertido en la única garantía de estabilidad". Su intervención fue la más corta de todas, y acabó con una advertencia a su propio partido: "Las próximas elecciones [las municipales y autonómicas de 2007] serán más difíciles e importantes que ninguna otra".

Esperanza Aguirre, Mariano Rajoy y Alberto Ruiz-Gallardón, en la reunión del grupo municipal del PP.
Esperanza Aguirre, Mariano Rajoy y Alberto Ruiz-Gallardón, en la reunión del grupo municipal del PP.ULY MARTÍN

PSOE e IU tachan la cita de "espectáculo impresentable"

Los grupos de oposición en el Ayuntamiento (PSOE e IU) reaccionaron indignados al acto convocado ayer por el PP. Izquierda Unida emitió un comunicado en el que acusaba al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, de "instrumentalizar las dependencias municipales para montar sus espectáculos electorales de luz y sonido". "Vamos a preguntar oficialmente quién ha corrido con los gastos de esta performance jaleada por numerosos altos cargos para impresionar al presidente de su partido [Mariano Rajoy]", adelantó un portavoz del grupo.

Y añadió: "Ni entramos ni salimos en la necesidad de meritoriaje que tiene Gallardón en su partido; lo que criticamos es que se utilice el entorno de la plaza de la Villa para hacer este despliegue a mayor gloria del alcalde".

Un responsable del Ayuntamiento respondió que el acto "no costó un solo euro a los madrileños" porque fue pagado exclusivamente con dinero del "grupo municipal popular". Dirigentes municipales admitieron que eso es también dinero público, pero subrayaron que todos los grupos utilizan parte de su presupuesto para actos "propios", y recordaron que la oposición ha hecho muchas veces "actos de partido en dependencias municipales, como el Palacio de Congresos".

El concejal socialista Óscar Iglesias consideró "impresentable" que el Ayuntamiento se "paralizara" ayer "para hacer la ola al presidente del PP, Mariano Rajoy, y ver si éste quiere más a la presidenta Aguirre o al alcalde Ruiz-Gallardón".

En declaraciones a Europa Press, Iglesias criticó que "más de 200 cargos electos que deberían estar trabajando para resolver los problemas de la ciudad" se pasasen "toda la mañana haciendo la ola a Rajoy", y opinó que la presencia del presidente del PP sólo intentaba "frenar las evidentes tensiones" entre Aguirre y el alcalde.

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