Iglesias pide la intervención del Gobierno y del Vaticano para recuperar las obras de arte en litigio

El presidente aragonés, Marcelino Iglesias, envió ayer sendas cartas al presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, y al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Ángelo Sodano, para que hagan cumplir las sentencias del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica en relación con el conflicto por las obras de arte sacro que mantienen el Obispado de Lleida y el de Barbastro-Monzón. Iglesias considera que el conflicto debe resolverlo la jerarquía eclesiática haciendo cumplir el decreto de 1995, que obliga al Obispado de Lleida a entregar las obras de arte.

La carta enviada por Iglesias recuerda que "el obispo de Lleida mantiene una actitud resistente al cumplimiento de las decisiones de la Santa Sede, puesto que, por un lado, solicita formalmente un permiso a las autoridades culturales catalanas para realizar la entrega y, acto seguido, formula alegaciones para que ese permiso no sea concedido. La situación es que las decisiones de la Santa Sede permanecen, tras más de 10 años, incumplidas".

También recuerda que en Aragón se ha respetado que el conflicto se resuelva por la vía civil, pero añade que la dilación en cumplir la sentencia "está llevando a una extensión del conflicto a otros ámbitos, políticos y sociales, adonde nunca debería llegar". Y añade: "Sólo la Santa Sede puede poner fin de modo definitivo a esta situación" y ruega que "favorezca la más rápida resolución del recurso pendiente y asegure el cumplimiento inmediato de las decisiones de la Congregación de los Obispos y del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica de entregar las piezas de arte sacro a sus propietarios".

En su carta al presidente del Gobierno, Iglesias le relata el conflicto desde su origen y le pide que en la medida de lo posible, promueva " las gestiones diplomáticas que consideres de tu interés para favorecer la más rápida resolución del conflicto, de modo que se evite cualquier riesgo de que pudiera derivar en enfrentamiento". Y es que, de hecho, en la comunidad, el Partido Aragonés Regionalista (Par), socio del Gobierno autónomo, y el PP han defendido la convocatoria de manifestaciones exigiendo la devolución de los bienes. El Par ha propuesto la ruptura de relaciones con Cataluña, algo que también estudian hacer los alcaldes de los pueblos de donde salieron las obras de arte. El Par defiende que las miradas de Aragón se dirijan a las comunidades del valle del Ebro después de la decisión de suspender su participación en la Eurorregión Pirineos Mediterráneo hasta que regresen las piezas. Esa actitud es la que el presidente de Aragón no quiere que se produzca. Tampoco lo quieren la Chunta e IU.

La Chunta Aragonesista criticó ayer de forma muy dura la posición del socio de Gobierno. Chesús Bernal, su portavoz en las Cortes, dijo que la actitud del presidente Iglesias es de estricto cumplimiento del acuerdo del Parlamento aragonés, que sólo habla de "suspender las relaciones con la Eurorregión. Otro socio de este organismo, el presidente de Baleares, Jaume Matas, dijo ayer que "comprende" la actuación de Iglesias, informa Andreu Manresa. Sin embargo, descartó que su comunidad pueda seguir el mismo camino. "Es un problema de Aragón", dijo.

La crisis desatada por las obras de arte y la negativa del Parlament de Catalunya a que el Obispado de Lleida devuelva las obras antes de que se esclarezca su propiedad, fue objeto de comentario ayer por Caterina Mieras, ex consejera de Cultura de la Generalitat. En una entrevista a Ràdio Ciutat de Badalona, Mieras se mostró sorprendida por la dura resolución del Parlament y aseguró que antes de abandonar el departamento dejó "atado" el conflicto de las obras de arte.