Hallada una lujosa decoración en el enclave romano de Can Tacó
La pintura mural es de estilo pompeyano
Un equipo de arqueólogos apadrinados por el Instituto Catalán de Arqueología Clásica (ICAC) ha hallado y reconstruido parte de un muro decorado con una rara técnica en el enclave romano de Can Tacó, justo sobre la separación territorial entre Montmeló y Montornés del Vallès (Vallès Oriental). El hallazgo, presentado en sociedad ayer en la sede del ICAC en Tarragona, ha comportado la reinterpretación de este enclave, una fortificación romana del siglo II a. C. construida en una elevación junto a la Via Augusta y cuya función era proteger a los viajeros.
El muro, que a lo largo de los siglos se derrumbó y quedó partido en mil pedazos, es un ejemplo del primer estilo pompeyano, una técnica pictórica "no demasiado común" en la península Ibérica, según explicó el director del ICAC, Josep Guitart. Los patricios de Pompeya de los alrededores del siglo II a. C. decoraban en ocasiones sus muros interiores con pinturas en relieve que perseguían aparentar una pared noble construida con bloques de piedra.
Un trozo de un muro así es lo que han podido restaurar tras más de un año de trabajo los arqueólogos, que no dudan en otorgar a Can Tacó -en Montornés, ese mismo lugar se conoce como Turó d'en Roïna- un mayor reconocimiento histórico. De hecho, el ICAC ha propuesto iniciar un proyecto de investigación histórica para averiguar la transformación de este territorio desde la época de los íberos hasta la llegada de los romanos. "Se trata del periodo inicial de la romanización de la península Ibérica", explicó Guitart. Esta fortificación -un castellum, en nombre técnico- estaba situada en el punto donde la Via Augusta se cruzaba con otra vía romana que se dirigía hacia Vic, en un trazado similar al que hoy ocupa la carretera del Congost. La decoración hallada, propia de la nobleza civil o militar romana, ha hecho suponer a los investigadores que el castellum tuvo un papel determinante en la primera fase de la romanización.
Tanto el consistorio de Montmeló como el de Montornés están elaborando un plan director con el objetivo de proteger el lugar, actualmente una mancha verde en un territorio salpicado de polígonos industriales. Sus alcaldes respectivos, Manuel Ramal y Daniel Cortés, coincidieron en que el hallazgo debe suponer "un primer paso" en un proceso más largo de recuperación del yacimiento. Tras unas excavaciones iniciadas en 2003 que han recogido el testigo de otras en la década de 1940, la dirección general de Patrimonio, representada ayer en Tarragona por la jefa de área, Araceli Martín, mostró su disposición a facilitar el impulso del plan director y a buscar fórmulas de financiación. Cortés apuntó la posibilidad de destinar el 1% cultural de las obras del AVE, que afectan a los dos municipios.
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