La división de los Veinticinco impide alcanzar un acuerdo sobre las ayudas para la pesca

España vio ayer frustradas sus aspiraciones después de que el acuerdo sobre el Fondo Europeo de Pesca (FEP, que debía reformar las ayudas al sector) no llegara a buen puerto la madrugada del lunes en Bruselas. Tras ocho horas de intensas negociaciones, los ministros de Agricultura y Pesca de los Veinticinco se dieron por vencidos al constatar que se hallaban ante posturas irreconciliables respecto a las ayudas europeas a la pesca para el periodo 2007-2013.

La falta de acuerdo para el fondo implica que los Estados miembros no recibirán ayudas europeas al menos hasta finales del primer trimestre de 2007.

El enfrentamiento se produjo entre los países que, como España, buscan un fuerte apoyo al sector pesquero, y países como Alemania o Reino Unido, que consideran excesivas las ayudas porque creen que el aumento de la pesca europea contribuiría a esquilmar las ya mermadas reservas marinas.

"Hemos intentado alcanzar un compromiso para tener una pesca sostenible", dijo el ministro austriaco de pesca, Josef Pröll, cuyo país preside temporalmente la Unión. "No había más posibilidad de negociar", agregó. El FEP, que sustituirá al mecanismo de ayudas vigente hasta finales de este año, pretende modificar las ayudas para hacer frente al deterioro de los caladeros y a la reducción de las capturas.

España, que hubiera sido el gran beneficiario de lograrse el acuerdo (le corresponderían cerca de 1.100 millones de euros de los 3.800 millones que establece el FEP), ya no dispondrá de las ayudas a principios de 2007 tras quedar el fondo en suspenso. La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, explicó que el FEP recoge muchas de las demandas españolas, incluido el aumento de subvenciones para los jóvenes que quieran comprar una embarcación. Bruselas intentará lograr de nuevo un acuerdo el próximo septiembre, bajo la presidencia finlandesa de la Unión.

Motores

Desde el Ejecutivo comunitario explican que uno de los puntos de fuerte desacuerdo durante el Consejo de Ministros celebrado en Bruselas fueron las ayudas para la sustitución de los motores por otros de menos potencia. En ese punto, "las posiciones son extremadamente difíciles de conciliar", según las mismas fuentes. El FEP propone financiar la instalación de motores nuevos en buques de hasta 12 metros de eslora. Cuando el barco tenga una longitud de hasta 24 metros, podrá beneficiarse de las ayudas si reduce en un 20% la potencia del motor. Los de más de 24 deberán reducir su potencia.

Al final de la maratoniana jornada de negociación, Reino Unido, Alemania y Bélgica votaron en contra del acuerdo. Polonia se abstuvo y, por tanto, fue imposible alcanzar la mayoría necesaria para lograr la aprobación. Estos países consideraron las ayudas excesivas y perjudiciales para el medio ambiente, salvo Bélgica, que por el contrario las consideró insuficientes.