Jeringuillas, escándalos y descrédito

Aunque los episodios de represión al fraude deportivo en el ciclismo se remontan mucho más atrás, a los años sesenta, el verdadero salto cualitativo en la lucha contra el dopaje masivo fue en el Tour de 1998. Desde entonces, estos han sido los casos más significativos.

- El escandoloso Tour de 1998. En 1998 la carrera ciclista más importante del calendario transcurrió de sobresalto en sobresalto desde mucho antes de la primera etapa. Desde que en marzo se localizase un coche del equipo TVM con 104 dosis de EPO, pasando por la detención el 8 de julio de Willy Voet, masajista del Festina, con un cargamento de sustancias prohibidas. Voet fue encarcelado. Y habló. Su testimonio arrastró al director del equipo, Bruno Roussel y al médico, Ryckaert, que son procesados y encarcelados el 17 de julio. Ese mismo día, Roussel reconoce que el Festina tenía un sistema organizado y continuo de dopaje. El equipo es expulsado de la carrera. Seis días más tarde los nueve corredores del Festina acuden como testigos a la comisaría. Allí son detenidos e incomunicados. Entre ellos, figuran Virenque, Zülle o Stephens. A Zülle, que reconoce haberse dopado, le preguntan por el médico del ONCE, Nicolás Terrados, y por el director deportivo de ese equipo, Manolo Saiz. Trasladan a prisión a varios responsables del TVM un día después. El 29 de julio, los equipos españoles, entre otros, se retiran indignados. Terrados es detenido y Jalabert interrogado durante dos horas.

- Redadas en San Remo. La policía registra casi todos los hoteles de los equipos participantes en el Giro de 2001. Diez corredores fueron encausados por uso de esteroides e insulina. Uno de ellos, Darío Frigo, repitió experiencia. En 2005 fue detenido en Courchevel, junto a su mujer por hallarse en su vehículo sustancias dopantes.

- Expulsión de Garzelli. El italiano fue expulsado del Giro de 2002 cuando marchaba al frente de la carrera por detectársele un medicamento prohibido, Probenecid.

- Registro a Vandenbroucke. Tras la denuncia de un médico, la policía, en 2002, encontró en casa del brillante corredor belga EPO, morfina y Clembuterol.

- La mujer de Rumsas, arrestada. Pocos días después de que el lituano Rumsas subiese al podio del Tour de 2002, en el que fue tercero, la policía italiana detuvo a su mujer con un cargamento de sustancias dopantes y jeringuillas en la frontera con Francia. Estuvo 11 semanas en la cárcel. Rumsas dio positivo en el Giro de 2003. En mayo de 2004 un juez francés dio una orden de arresto internacional contra el ciclista. Rumsas estuvo algo más de un mes en la cárcel.

- 18 meses para Pascual Llorente. El corredor del Kelme cumplió 18 meses de sanción por dar positivo por EPO en 2003.

- Transfusiones sanguíneas. Tyler Hamilton y Santi Pérez, ambos del Phonak, fueron sancionados con dos años de suspensión por homotransfusión, es decir, por hallárseles glóbulos rojos de otra persona del mismo grupo sanguíneo.

- La denuncia de Manzano. En 2004, el ex ciclista del Kelme Jesús Manzano denuncia en el diario As la masiva utilización de técnicas dopantes. El colectivo ciclista, a excepción de Santi Blanco y Pedro Díaz Lobato, negó en una carta los testimonios de Manzano.

- La caída de Heras. El ciclista del Liberty Roberto Heras, tras ganar su cuarta Vuelta a España, en 2005, dio positivo por EPO. Ha sido sancionado con dos años de inactividad. Su director, Manolo Saiz, dijo que ponía "la mano en el fuego" por el corredor. Ese mismo año, dos actuaciones policiales, una de ellas llamada Operación Mamut, cercaron la circulación de sustancias en los gimnasios.