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Nuevo asalto vandálico al colegio Julián Besteiro de Perales del Río

El director dice que los asaltos son habituales los fines de semana

El colegio Julián Besteiro de Perales del Río sufrió el sábado por la noche un nuevo asalto. Dos de los seis pabellones del centro fueron objeto de graves desperfectos: ordenadores llenos de pintura, cortinas arrancadas, extintores vaciados... Los docentes reclaman desde hace "mucho tiempo" la instalación de alarmas. El colegio, según cuenta su director, Gabriel Perandones, sufre una docena de asaltos al año.

En Perales del Río sólo hay un colegio público: el Julián Besteiro. En sus aulas estudian 350 alumnos de esta localidad y de seis barriadas limítrofes como la Cañada Real, el Ventorro, la Inmaculada, el Carmen, el Cerezo y Antonio Machado. Es un centro multiétnico y también receptor de chavales procedentes en muchos casos de familias desestructuradas. Se trata, además, de un centro con un alto índice de conflicto, circunstancia que su director, Gabriel Perandones, lleva con aparente resignación. "Cada año sufrimos alrededor de una docena de asaltos, pero el del pasado sábado ha sido uno de los más graves", cuenta.

El incidente del sábado se saldó con rotura de ventanas y persianas, vaciado de botes de pintura en paredes, suelos y techo; cortinas desgarradas, ordenadores tirados por el suelo y vaciado de extintores de incendios.

"Estamos cansados de esta situación. Hemos solicitado alarmas para los pabellones que no las tienen, pero no nos las ponen. En los que hay alarma no entran. En esta situación, raro es el fin de semana que no sufrimos algún desperfecto. Por la vía administrativa, lo hemos intentado todo sin éxito", se quejan en la dirección del centro.

El Julián Besteiro tiene seis pabellones y los asaltos ocurren en los dos que no tienen alarma. "Hemos reclamado que nos la ponga el Ayuntamiento, pero no nos hacen caso", cuenta Perandones. Todo el mundo en el centro sospecha quiénes son los asaltantes. "En Perales sólo hay un centro comercial y los chavales vienen a los alrededores del colegio los fines de semana a hacer botellón. Estas concentraciones suelen coincidir con los desperfectos en las aulas. No son ladrones, porque los ordenadores siguen en su sitio; lo que hacen es mancharlos de pintura o romperlos. Nunca se los llevan".

"Hemos convocado una concentración con padres y niños para recorrer el barrio y dar a conocer nuestro problema. Si el Ayuntamiento no se pone en contacto con nosotros, iremos todos al Ayuntamiento de Getafe", anuncian.

El socialista Pedro Castro, alcalde de Getafe, conoce el problema: "Éste es un colegio muy conflictivo que recibe chavales que no son de Getafe, que llegan de zonas conflictivas. Vamos a poner esas alarmas, como ya pusimos antes rejas en las ventanas. El problema se acabará cuando separemos a los de secundaria de los de primaria".

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