Los dos juntos

Juntos y en unión el de verdad y ese otro al que llamaban el Mozart español para el penúltimo concierto de la temporada de la ONE. Al atractivo del programa se añadía el de su solista, de nuevo el violinista Frank Peter Zimmermann, para rematar la serie de conciertos para violín y orquesta del salzburgués. Los resultados ahí, como era de esperar, estuvieron a la altura de la primera entrega y el virtuoso alemán volvió a mostrar su naturalidad, su afinación perfecta y esa cordialidad expresiva que nunca se sale del estilo exacto. Esta vez, escarmentado, no ofreció propina en solitario, sino que la orquesta y él brindaron el Rondó en do mayor del propio Mozart.

Pons y la ONE habían acompañado muy bien a Zimmermann en la primera parte, pero aún fueron a más en una formidable versión de la Sinfonía en re mayor de Arriaga, trabajada por la batuta como queriendo explicar muy cuidadosamente cuántas cosas hay en esa partitura como para pensar dónde hubiera llegado su autor de no morirse tan pronto. Y la colocó en un punto en el que confluyeran el primer Schubert con Cherubini. Es una buena noticia que la ONE ande con soltura en estos repertorios.