El mirador del Maestrazgo
PARADOR DE ALCAÑIZ, un castillo calatravo del siglo XII transformado en alojamiento
Su monumentalidad lo hace visible desde varios kilómetros a la redonda. El castillo, sede de la Orden de Calatrava, corona desde 1179 el monte sobre el que se recuesta Alcañiz,
encrucijada histórica de caminos entre Aragón y Cataluña, ciudad de calles balconadas y plazas porticadas cuya fortificación inspiró en 1411 el denominado Compromiso de Caspe. Tres siglos después, Felipe V convirtió parte de este baluarte en un lujoso palacio aragonés. Y ya mediado el último tercio del siglo XX, todo el conjunto medieval fue rehabilitado como parador de turismo y adscrito a una red estatal en continua expansión que contará dentro de un par de años con más de cien establecimientos a su cargo. El de Alcañiz emociona, sobre todo, por el esplendor barroco de su fachada, la colección de murales góticos que alberga su Torre del Homenaje, la sobriedad plateresca de su sepulcro y los guiños de modernidad aplicados durante la última remodelación del edificio, en 2002.
PARADOR DE ALCAÑIZ
Categoría: 3 estrellas. Castillo de los Calatravos, s/n. Alcañiz (Teruel). Teléfono 978 83 04 00. Fax: 978 83 03 66. Central de reservas: 915 16 66 66 (Paradores). Web: www.parador.es. Instalaciones: jardín, terraza, gimnasio, sauna, salas para 120 personas, salón, cafetería, comedor. Habitaciones: 30 dobles, 7 dobles especiales; todas con baño, calefacción, aire acondicionado, teléfono, televisión satélite, minibar, secador, carta de almohadas. Servicios: algunas habitaciones adaptadas, no se admite animales. Precios: temporada alta, 135 euros + 7% IVA; temporada baja, 125 + 7% IVA; desayuno, 12 + 7% IVA. Tarjetas: Diners Club, Eurocard, MasterCard, Visa.
Arquitectura ... 9
Decoración ... 7
Estado de conservación ... 8
Confortabilidad habitaciones ... 7
Aseos ... 7
Ambiente ... 8
Desayuno ... 5
Atención ... 7
Tranquilidad ... 9
Instalaciones ... 7
Sin yelmos ni armaduras
Nadie diría que el lienzo de muralla que cierra por el este el patio de armas es un postizo muy sutil de ladrillo mudéjar. Y el recreo medievalizante de los arquitectos y decoradores oficiales de Paradores ha obviado en este caso la exhibición de yelmos y armaduras en sus salas nobles. No faltan, desde luego, los muebles de madera pesada, los cortinajes imperiales, los viejos butacones retapizados ni las puertas de cuarterones, al gusto de los numerosos fans que tiene la cadena pública: el club de Los Amigos de Paradores. Los salones, tan suntuosos, parecen algo desangelados. Nadie los pisa, nadie los ocupa. En verano se está mejor al aire libre, en la terraza instalada frente a la Torre del Homenaje, bajo los arcos y áticos que la enmarcan.
Un mural representativo de los torneos cortesanos decora, entre otros motivos medievales, la nueva cafetería, expuesta al vaivén de los numerosos visitantes que recibe el castillo durante los fines de semana. Más sobrio parece el restaurante, cuya puesta en escena merece un mayor reconocimiento que sus elaboraciones culinarias. El bufé de desayuno carece por completo de personalidad.
Cabeceros ensortijados. Mesitas auxiliares de roble. Textiles en tonos rojizos, verdes y ocres. Nada como ser huésped en las nuevas alcobas, más alegres y funcionales que las de antes. Aunque para enchufar el portátil o poner a cargar el teléfono móvil hay que seguir agachándose. Si se puede estirar algo el bolsillo, las dos dúplex enclaustradas en los torreones deparan unas vistas panorámicas sin igual de todo el Maestrazgo.
ALREDEDORES
EL PROPIO PARADOR, en la cima del monte Puy Pinós, constituye el máximo aliciente turístico de Alcañiz. Desde la oficina de turismo y en la ex colegiata de Santa María la Mayor se organizan visitas guiadas a las once de la mañana y a las cinco de la tarde. Su Torre del Homenaje exhibe el conjunto de frescos góticos probablemente mejor conservados de España. Desde aquí se siguieron durante las guerras carlistas las hazañas del Tigre del Maestrazgo. La comarca ofrece un itinerario monumental y paisajístico: Morella, Mirambel, Calanda, Valderrobres, los puertos de Beceite y Calaceite... Carretera abajo, Tortosa es la puerta del mar. En Alcañiz se celebra todos los años el Gran Premio de Automovilismo Ciudad de Alcañiz. Más información: www.alcaniz.es.
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