Talas, parquímetros y menos cines en el centro

Obras, parquímetros y talas. Los temas estrella del debate fueron los mismos que centran la discusión municipal desde hace semanas. Ahí no hubo sorpresas. Pero los grupos de oposición añadieron dos críticas más: el "escandaloso" gasto en publicidad del Ayuntamiento -66.000 euros al día, dijo el PSOE- y una política cultural que tacharon de "elitista".

"Sigue usted confundiendo el proyecto de ciudad con un proyecto de obra civil. Pero una ciudad se construye mejorando la calidad de vida de la gente. No trate a los ciudadanos como ignorantes, no sea paternalista", le soltó al alcalde la socialista Trinidad Jiménez, antes de echarle en cara las cifras.

"La velocidad media de los autobuses de la EMT ha caído por debajo de los 14 kilómetros por hora, cada año se abren 30.000 zanjas en la ciudad, las obras de la M-30 han obligado a talar 20.500 árboles y a cambio plantan palitroques de apenas dos años", afirmó la socialista. Y continuó: "Madrid es la capital del ruido, la política de vivienda es un fracaso. Y ésta es la ciudad más endeudada de España y la que más ha subido los impuestos. La política cultural es un mero recurso publicitario: destinan 300.000 euros en ocho representaciones de Julio César y olvidan la promoción de la cultura en los barrios".

'Caso Bono'

Hubo tensión cuando Jiménez recordó al alcalde la "persecución judicial" que intentó la Policía Municipal contra tres ediles de la oposición por protestar contra una tala en el paseo de la Virgen del Puerto. Algún edil del PP murmuró algo sobre la reciente sentencia del caso Bono -que condena a tres policías por detención ilegal de dos militantes del PP-, pero Gallardón lo zanjó diciéndole a la socialista: "Es usted muy temeraria sacando ese asunto".

Inés Sabanés (IU) atacó por los mismos flancos, y añadió otros: "La rehabilitación urgente de Lavapiés o Villaverde no avanza; los barrios del sureste ofrecen, de forma sistemática, indicadores de renta, paro, calidad de entorno urbano y vivienda por debajo de la media; el alcalde no quiere darse por enterado, o le da igual, de las carencias históricas en equipamientos públicos y servicios sociales de esta ciudad. Y pasará a la historia como el alcalde que dejó el centro sin cines: desde enero, 11 han cerrado".

Alberto Ruiz-Gallardón se defendió de dos formas: con sus propios datos y atacando a otros gobiernos: ironizó durante toda la mañana, aportando cifras, con el hecho de que Trinidad Jiménez criticara en él las mismas cosas que hacen, parecidas o peor -según él-, los ministros del Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero. "¿Pretende cesarlos a todos o qué?", preguntó el alcalde. "Es usted el que querría poder hacer eso, pero no puede", respondió Jiménez.