Cuatro encapuchados asaltan un chalet en Cambrils y retienen a su dueño
La oleada de robos a casas aisladas con un parecido patrón se cobró la noche del martes una nueva víctima en Vilafortuny, una zona residencial de Cambrils (Baix Camp). Cuatro encapuchados provistos de armas blancas y una pistola esperaban en el jardín la llegada del propietario del chalet, a quien sorprendieron y redujeron usando la fuerza y amenazándole. Una vez dentro de la casa, los asaltantes le ataron y le confinaron en una habitación durante una hora, mientras la desvalijaban. El hombre, un comerciante de Reus, pudo desatarse y esquivar a sus captores huyendo por una puerta trasera. Luego, contactó con un vecino y éste avisó a la Guardia Civil.
Este nuevo caso viene a refrendar la presencia en la Costa Daurada de una o varias bandas de delincuentes que usan este mismo sistema para asaltar domicilios particulares. Hace apenas tres semanas, las víctimas fueron el dueño de un conocido local de alterne y un empresario inmobiliario, que fueron asaltados en sus respectivos chalets en zonas residenciales aisladas de Miami Platja y Cambrils. En ambos casos los delincuentes redujeron a las familias, que se encontraban en el interior de las viviendas, y las confinaron en una habitación mientras desvalijaban la casa. La Guardia Civil investiga la participación de personas de Europa del Este en estos robos.
La asociación de vecinos de Vilafortuny ha solicitado ya una reunión con los responsables municipales ante la inseguridad que, aseguran, vive su zona. Se trata de un extenso barrio residencial alejado de los núcleos de población de Salou y Cambrils.
Fuentes municipales aseguraron ayer que la preocupación ante el aumento de este tipo de robos es "máxima", aunque apuntaron que difícilmente va a poder solventarse hasta que la policía autonómica no esté desplegada en la zona. Hace apenas dos meses, en una reunión de la junta local de seguridad se señaló que la Delegación del Gobierno no prevé incrementar la plantilla de agentes de la Guardia Civil.
En 2003, Cambrils tenía 45 agentes locales y preveía ampliar la plantilla. Su concejal responsable, Jordi Savall (ERC) aseguró que el consistorio se ha visto obligado a aumentar hasta 70 hombres la policía local por el aumento de robos en domicilios.
