Fracasa la reunión entre Gallardón y los vecinos opuestos a los parquímetros
La reunión entre el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y los vecinos opuestos a la ampliación de los parquímetros se produjo por fin, pero fue un rotundo fracaso. Después de tres meses de protestas contra los parquímetros, representantes de 11 asociaciones vecinales se entrevistaron ayer durante dos horas y media con el alcalde y su concejal de Movilidad, Pedro Calvo. Ruiz-Gallardón les ofreció flexibilizar la aplicación del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) en Carabanchel, Hortaleza y Fuencarral -ampliar los horarios, suprimir las plazas azules (para visitantes) e incluso dejar calles sin parquímetros-, pero los vecinos se negaron a aceptar algo que no sea la retirada total de los parquímetros en esos barrios.
El presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos, Francisco Caño, propuso la creación de una Mesa por la Movilidad, aunque las asociaciones más enfrentadas al SER advirtieron de que no asistirán a ese foro mientras no se retiren los parquímetros.
"El alcalde nos sigue hablando desde la imposición, no reconoce que los parquímetros se pusieron con engaño. Dijeron que nosotros los habíamos pedido, cuando no es así", afirmó Pedro Casas, portavoz de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto.
Gallardón respondió que los vecinos "están en todo su derecho de seguir movilizándose" y que esas protestas "no interrumpirán la voluntad de diálogo". Y subrayó que aceptar el condicionante vecinal crearía "un problema de legitimidad democrática".
