Los grandes proyectos del PP suman en menos de una década sobrecostes superiores al 40%
Los partidos de la oposición han exigido sin éxito explicaciones al Consell por su gestión
Los sucesivos gobiernos autonómicos del PP, especialmente durante la etapa en que Eduardo Zaplana presidía la Generalitat, han convertido la ejecución de grandes proyectos en el eje de su acción política. Así surgieron Terra Mítica o la Ciudad de la Luz, el mapa escolar encargado a la sociedad pública Ciegsa o el reconvertido proyecto socialista de la Ciutat de les Arts y les Ciències. Unos años después, estas iniciativas se han convertido en una pesada carga económica para las arcas autonómicas, acumulando sobrecostes del 40%, 200% y hasta el 300% respecto al presupuesto original. Los partidos de la oposición hablan de despilfarro y opacidad y han exigido sin éxito explicaciones al Consell después de que la Sindicatura de Comptes haya puesto de manifiesto en sucesivos informes los desfases.
TERRA MÍTICA En suspensión de pagos
El parque de ocio Terra Mítica de Benidorm, primer proyecto emblemático del entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, se presupuestó originalmente en 270 millones de euros.
El proyecto nació con carencias de planeamiento por la premura de su principal promotor político -el propio Zaplana- y desde muy temprano hubo de revisarse el plan original para incluir una serie de nuevas infraestructuras no previstas. En poco más de siete años, el complejo, participado en un 20% por la Generalitat, ha acumulado unos sobrecostes cercanos al 40%. En total 100 millones de euros más de lo presupuestado en principio, según la Sindicatura de Comptes.
Pero la desviación de costes no ha sido el único contratiempo al que ha tenido que hacer frente la sociedad gestora del complejo. En mayo de 2004, los responsables de la instalación decidieron suspender pagos para evitar un mayor deterioro de las finanzas del parque. Dos años después, el complejo de ocio sigue en suspensión de pagos, con una deuda de 218 millones de euros, que el consejo de administración quiere enjugar con la venta de su reserva de suelo.
CIUDAD DE LA LUZ Un sobrecoste del 240%
La Generalitat es el único accionista de este gran complejo audiovisual con estudios cinematográficos proyectado en Alicante con el objetivo de atraer grandes producciones. El vicepresidente originario de la Ciudad de la Luz, Joaquín Doménech, destituido en agosto de 2004 por el consejero de Economía, Gerardo Camps, estimó el coste inicial del proyecto en 100 millones de euros. Después se pasó a 270 millones y, de acometerse la construcción de una tercera fase, la cifra final rondaría los 340 millones de euros. El sobrecoste se elevaría al 240%, según denuncian los socialistas. Recientemente, durante la visita del presidente Camps a Miami, un alto responsable del proyecto elevó su coste hasta casi 500 millones de euros. El 80% de los contratos globales se han adjudicado discrecionalmente, sin concurso público, según los informes de la Sindicatura de Comptes. Otros proyectos se han encargado directamente, sin propuesta de adjudicación.
CIUTAT DE LES ARTS Tres veces su coste original
El complejo diseñado por Santiago Calatrava fue ideado originalmente por el último Gobierno del socialista Joan Lerma, que lo presupuestó en 210 millones de euros (35.000 millones de las antiguas pesetas). Cuando el PP ganó la Generalitat en 1995, el entonces consejero de Economía, José Luis Olivas, modificó el boceto original y elevó el presupuesto inicial hasta los 300 millones de euros. La Sindicatura de Comptes incrementaba en 2003 el coste total del complejo hasta los 854 millones de euros, con un sobreprecio del 200%.
El Palau de les Arts ha pasado de los 84,3 millones que figuraban en el contrato originario a 220 millones de euros, según datos de la Sindicatura de 2004, que el consejero Gerardo Camps elevó a 250 en octubre de 2005. Este organismo mencionaba más sobrecostes en L'Oceanogràfic, cuyo precio final -150 millones de euros- se habría incrementado un 284%.
CIEGSA Un mapa escolar incompleto
El mapa escolar, impulsado por Eduardo Zaplana, preveía construir 445 infraestructuras educativas en la Comunidad Valenciana entre 1997 y 2003, con un presupuesto inicial de 1.065 millones de euros -unos 166.000 millones de las antiguas pesetas-. En 2003, el entonces consejero de Educación, Esteban González Pons, reconocía que las 445 actuaciones -casi todas encargadas a Ciegsa- costaron 1.600 millones de euros, es decir algo más de 500 millones de euros de desfase o, lo que es lo mismo, un sobrecoste del 50% sobre el gasto previsto inicialmente.
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