Los pastores denuncian que los parques eólicos han invadido las vías pecuarias

El presidente del Ligallo general de Pastores Trashumantes del País Valenciano, Cataluña y Teruel, Leonell Martorell, desveló ayer la denuncia que el colectivo ha elevado a los ministerios de Medio Ambiente y Cultura, así como a la Comisión Europea, por la "invasión" que los parques eólicos han hecho de las vías pecuarias del norte de Castellón. El portavoz de la asociación, que representa a 60 ganaderos trashumantes que tienen bajo su mando 38.000 cabezas de ganado, aseguró que las obras han destruido paredes de cañadas reales de piedra seca que han quedado "decapadas, sin pastos y destrozadas", según dijo. Así, cuestionó que, por una parte se quiera recuperar las vías pecuarias, entre otras cosas, como reclamo turístico, y, por otra, se estén destruyendo. "No tiene sentido destruir una comarca sin impugnación de la Administración y solo por intereses políticos y económicos", apuntó Martorell, quien criticó la actuación del Consell del que, tal como señaló, han respondido con "una burla y un desprecio continuo" a todas sus peticiones y alegaciones.

Leonell Martorell hizo pública la denuncia junto al diputado de Els Verds Esquerra Ecologista-l'Entesa en las Cortes Valencianas, Carles Arnal, y el representante de la Plataforma de vecinos en Defensa del Espacio Natural de Vilafranca, Joan Barrera que hicieron hincapié en las obras de las zonas eólicas entre Vilafranca y Castellfort donde, según dijeron, se han destruido cañadas y vías pecuarias y no se han respetado las distancias de los yacimientos arqueológicos, a pesar de que el pliego de condiciones del Gobierno valenciano especifica que esos espacios debían quedar libres de aerogeneradores. Arnal sostuvo que el Plan Eólico Valenciano "se debería haber revisado para estudiar la posibilidad de ubicar parques en zonas litorales o incluso en plataformas marinas" Además, denunció la falta de consenso social en la aprobación del plan y añadió que "tampoco tomaron las cautelas necesarias" en el plano medioambiental, en los impactos en las aves y vegetación o en las posibles afecciones al patrimonio histórico y cultural.

Ante la situación y la inquietud creada entre vecinos y pastores, solicitaron la paralización de las obras en el norte de Castellón hasta que se estudien los impactos socioeconómicos de las zonas y se realice un estudio de aceptación de la población, ya que, por ahora, "no ha habido una información rigurosa sino una desinformación con grandes promesas de falsos ingresos" en una zona en la que se prevén instalar cerca de 1.200 aerogeneradores.