El líder de CiU se compromete a "no dejar a la intemperie" al Ejecutivo
Con alivio pero con cautela, el líder de CiU, Artur Mas, celebró ayer la expulsión de los republicanos del Gobierno catalán y brindó su apoyo al presidente Pasqual Maragall para garantizar la estabilidad institucional del Ejecutivo y para luchar por una victoria holgada del sí en el referéndum del Estatuto. Es más, los nacionalistas no retirarán su apoyo al Ejecutivo el mismo día de la consulta popular, prevista para el 18 de junio, sino que lo extenderán hasta las próximas elecciones. "No dejaremos al Gobierno a la intemperie", expresó Mas, tras entrevistarse con Maragall.
Una vez firmada el acta de defunción de la alianza de izquierdas y convocadas elecciones para finales de año, que con tanta insistencia reclamaban los nacionalistas, Mas confirmó su compromiso firme e inequívoco en la campaña por el sí al texto de la reforma que pactó con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
El líder de CiU, con un tono de prudente satisfacción, ratificó el descalabro del Pacto del Tinell que dio origen al Gobierno tripartito. "Hoy [por ayer] debe ser un día muy triste para ERC, porque su apuesta estratégica ha saltado por los aires". Aunque mañana comparecerá en el Parlamento catalán para hacer un análisis más detallado de la crisis, Mas ya adelantó su opinión, con la vista puesta en el próximo otoño, de que los catalanes necesitan un Gobierno "más estable y sosegado".
También se mostró dispuesto a tender la mano al Gobierno catalán el presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, pero dejó claro que su compromiso pasa por que Maragall no se presente a las próximas elecciones. Unas elecciones que el dirigente popular consideró tardías, ya que, a su juicio, deberían celebrarse antes del referéndum para que el nuevo Ejecutivo empiece otra vez todo el proceso estatutario y ponga "el contador a cero".
Desde el PSOE, su secretario de organización, José Blanco, expresó su apoyo a la decisión de Maragall de expulsar a los seis consejeros de ERC para unificar la voz institucional del sí al Estatuto, en una campaña potente en la que se implicará a fondo el presidente Zapatero. El ministro de Industria y primer secretario del PSC, José Montilla, consideró un acierto el golpe de Maragall y la convocatoria de elecciones, para evitar posibles votos de castigo al difunto tripartito en el referéndum.
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