Vía libre al proyecto para que la fábrica de Can Batlló acoja 1.650 viviendas y 20 equipamientos

El Ayuntamiento de Barcelona dio ayer vía libre al plan urbanístico que transformará la antigua fábrica de Can Batlló, en el distrito de Sants-Montjuïc, en un espacio que acogerá 1.656 viviendas y una veintena de equipamientos. Un tercio de los pisos serán de protección oficial. La reforma obligará a que unas 200 pequeñas empresas que aún mantienen la actividad y que dan trabajo a unos 1.300 empleados se desplacen a la Zona Franca. La nave central del antiguo recinto fabril se conservará y albergará la nueva sede del Departamento de Medio Ambiente.

La comisión de gobierno municipal aprobó ayer el proyecto definitivo para la antigua fábrica de hilados y tejidos. Después de años de duras negociaciones con los propietarios de este espacio de casi 150.000 metros cuadrados, la situación se ha desbloqueado. Lo explicó el portavoz municipal, Jordi Hereu, que se estrenaba en el cargo. Esta zona de la Magòria, situada junto a la Gran Via, se convertirá en un nuevo barrio residencial.

De las 1.656 viviendas previstas, más de la mitad (985) saldrán al mercado libre; 471 serán protegidas y 200 se convertirán en viviendas dotacionales. Los bloques tendrán una altura de unos 12 pisos. A cambio de conseguir la cesión de los terrenos de la antigua fábrica, el Ayuntamiento de Barcelona ha tenido que compensar a los propietarios con edificabilidad.

Tanto las chimeneas como la nave central se reformarán y se conservarán. Junto a la nueva sede del Departamento de Medio Ambiente y Vivienda se instalarán otros equipamientos de proximidad: educativos, deportivos, sanitarios y sociales. Algunos espacios ya tienen operador asignado, aunque otros aún están por concretar. El resto del recinto de Can Batlló se convertirá en un parque de 4,7 hectáreas de terreno con árboles. Según Hereu, se necesitarán unos ocho meses para tramitar la modificación del Plan General Metropolitano y unos dos años para que el proyecto tome forma.