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Los regantes consideran insuficiente el desembalse de 1.020 hectómetros por la Confederación del Guadalquivir

La Comisión de Desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) aprobó ayer un desembalse máximo de 1.020 hectómetros cúbicos (Hm3) para la actual campaña de riego, lo que supone una dotación aproximada de entre 2.500 y 3.000 metros cúbicos por hectárea. Según informó la CHG en un comunicado, el sector arrocero, que se concentró ante la sede de la CHG para exigir más agua, dispondrá de una horquilla de entre 260 y 300 Hm3.

La confederación explicó que en la anterior reunión de la comisión de desembalse, celebrada en febrero, se aprobó un desembalse de 750 Hm3, que hacía inviable el cultivo del arroz. Sin embargo, gracias al ligero aumento de agua disponible en los embalses de la cuenca (269 Hm3 más que en esa fecha) el sector arrocero podrá disponer de una horquilla de entre 260 y 300 hectómetros cúbicos para el riego de sus cultivos.

La CHG hizo hincapié en que ésta será "la dotación máxima disponible para toda la campaña y en ningún caso podrá ser superada", por lo que les ha solicitado que adapten la superficie de cultivo al volumen de agua aprobado. Entre las medidas adoptadas también están la prohibición de realizar segundas cosechas en la cuenca así como la necesidad de presentar a la CHG, en el plazo de 15 días, un plan de cultivos y un plan de riegos por cada comunidad de regantes. Estas medidas, que cuentan con la aprobación de las consejerías de Medio Ambiente y Agricultura y Pesca, suponen un "ejercicio de responsabilidad y gestión racional de los recursos en previsión de que el próximo año hidrológico fuese también negativo en lo que a precipitaciones y volúmenes de agua embalsada se refiere", argumentó.

Tensiones

En un comunicado, la Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía, Feragua, consideró insuficiente la cantidad autorizada de desembalse y dijo que no es acorde con lo dispuesto por el Protocolo de Sequía, que hubiera permitido desembalsar hasta 1.100 hm3, aseguró. Feragua pronosticó un "año difícil para la Cuenca, con tensiones sociales y territoriales". Asimismo, Feragua anunció en la reunión de dicha comisión la interposición de un recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo de ese organismo de autorizar un trasvase con destino al regadío de la Cuenca del Guadalquivir a la comarca del Almanzora.

Feragua solicita, además, la suspensión de ese desvío de aguas para el regadío almeriense, que considera "inadmisible" en una situación de sequía y restricciones como la que padece actualmente la cuenca, ya que, de no paralizarse el trasvase, "los daños serían irreparables para los regantes del Guadalquivir".

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Además, según los regantes, el trasvase no se justifica desde un punto de vista económico-social, ya que al menos más de la mitad del agua desembalsada del Negratín va a parar no a invernaderos sino a cítricos, "los mismos cultivos de cítricos que se van a quedar sin regar en la cuenca por culpa de las restricciones", ya que si en Almería hay 11.000 hectáreas de cítricos, en el Guadalquivir hay más de 23.000 hectáreas.

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