La estación de metro de Chamartín reabre tras seis meses de obra

La estación de Chamartín volvió ayer a abrir sus puertas después de seis meses cerrada. Más de 60.000 viajeros utilizarán a diario esta instalación, donde confluirán cuatro líneas de metro, habrá conexiones de tren con Cercanías y largo recorrido y tendrá paradas de autobuses. La nueva estación, de 12.000 metros cuadrados en superficie y más de 35.000 metros cuadrados en subterráneo, forma parte del futuro intercambiador, que estará acabado en un año.

En el intercambiador de transportes, cuando esté concluido, confluirán las líneas de metro 10 y 1 y será punto de partida del Metronorte -que dará servicio a la futura Operación Chamartín y permitirá la conexión directa con Alcobendas y San Sebastián de los Reyes-. La nueva infraestructura, que ha costado 140 millones de euros, estará preparada para futuras ampliaciones, como la línea 11, que ha sido proyectada como la segunda línea circular del metropolitano madrileño. Conectará el barrio de Carabanchel, la avenida de la Ilustración y el futuro desarrollo de la Operación Chamartín.

La macroestación de Chamartín dispondrá de cuatro niveles para albergar estas infraestructuras: en el primero se realizará la conexión con Renfe Cercanías y largo recorrido. En las tres plantas restantes se enlazará con la línea 10 de Metro, así como con las ampliaciones en curso y con las previstas para el futuro. Sobre todas estas plantas se levantará un quinto nivel que albergará el intercambiador de autobuses.

Línea 10

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, explicó ayer que la obra civil de esta gran estación ya ha concluido, por lo que ha sido reabierto al público el tramo de la línea 10, que estaba interrumpido desde hacía casi seis meses. No obstante, hasta la próxima primavera no entrarán en funcionamiento las escaleras mecánicas y los ascensores, de manera que la entrada y salida a los andenes se realiza por las escaleras de emergencia.

Aguirre, que ayer visitó la nueva instalación, afirmó que se trataba "de una de las obras de ingeniería más complejas e importantes de los próximos años en el transporte público madrileño". Para poder ejecutarla, ha sido necesaria la demolición completa de la antigua estación de metro de Chamartín, donde sólo falta completar los revestimientos interiores.

El objetivo, según la presidenta de la Comunidad, es que este intercambiador se convierta en "el más importante de Madrid" y supere al de Nuevos Ministerios, que es a día de hoy el más grande.

Según Aguirre, el Gobierno regional "avanza a pasos agigantados" para cumplir el compromiso electoral de llevar el metro al mayor número de ciudadanos, para lo cual, dijo, que se lleva a cabo "el proyecto de ampliación más ambicioso en los 20 años de existencia de la Comunidad y el que cuenta con el presupuesto más importante que se ha destinado nunca a dicho fin". Cuando toda la ampliación esté acabada, Madrid contará con unos 300 kilómetros de suburbano.

La presidenta acudió ayer en metro hasta la estación de Chamartín y lo hizo junto a la consejera de Transportes e Infraestructuras, María Dolores de Cospedal, con la que tomó este transporte en la estación de Alonso Martínez para acceder a las obras a través de la línea 10 pocas horas después de que se reabriera a los viajeros.

En su viaje en metro, Esperanza Aguirre se detuvo a saludar a los ciudadanos que se cruzaron con ella, algunos de los cuales le tomaron fotografías con los teléfonos; otros, le solicitaron que intercediera ante el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, para rematar cuanto antes las obras de la capital.

Pero la anécdota de la mañana la protagonizó un pequeño que dijo al ver a la presidenta Aguirre: "Te conozco: tú eres de la Guardia Civil".