_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una derecha impresentable

El Consell que rige los destinos de la "Comunitat" anuncia que va a presentar un recurso ante el Tribunal Constitucional contra la unidad de la lengua. (Ya no somos ni País Valencià, ni Regne de València, ni "Región", como dice el himno de Thous y Serrano. Ahora somos la "Comunitat". Así, en valenciano. Cuando alguien nos pregunte de dónde somos, hay que contestar con orgullo: yo soy de la "Comunitat". ¡Y bendito sea el Señor!).

Resulta que el gobierno de la "Comunitat" no está de acuerdo con la sentencia del Tribunal Supremo que anuló la orden del PP que suspendió la equiparación de los certificados oficiales de conocimiento del Valenciano emitidos por las juntas calificadoras de Catalunya, las Illes Balears y la "Comunitat". Y quiere recurrir la sentencia del Supremo ante el Tribunal Constitucional. Ya lo dijo el señor González Pons: "No habrá homologación entre valenciano y catalán". Nada importa que la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) haya declarado que "la lengua propia e histórica de los valencianos, desde el punto de vista de la filología es, también, la que comparten Catalunya, Illes Balears y Andorra". El nuevo Estatut reconoce que la AVL es la autoridad normativa sobre el valenciano. Y esto lo han firmado los señores del PP junto al PSPV. ¿Entonces? ¿Aceptan, o no, lo que regula "su" Estatut?

Me imagino lo qué dirían destacados prohombres de la derecha valenciana como Teodoro Llorente Falcó, director de Las Provincias, Manuel González Martí, presidente de lo Rat Penat, Nicolau-Primitiu Gómez Serrano, Baltasar Rull Vilar, alcalde de Valencia que en 1951 ofreció el Ayuntamiento de Valencia para que en sus locales se instalase la exposición del Diccionari Català-Valencià-Balear, con el fin de que los valencianos conociesen este monumento a la unidad de la lengua; o personas como Ignasi Villalonga, Joaquim Reig, el barón de San Petrillo, Salvador Ferrandis Luna, marqués de Valverde, el maestro compositor Manuel Palau, Maximilià Thous... todos ellos amantes de nuestra lengua y conscientes y defensores de su unidad. Trato de imaginarme qué dirían viendo a estos muchachitos, representantes de su clase social y que hoy gobiernan la "Comunitat", recurriendo a los tribunales para que sentencien que valenciano y catalán son dos lenguas distintas. Sí, ya sé que esto lo he dicho en más de una ocasión. Y volveré a decirlo, seguramente. Afirmaba Jacinto Benavente que para que el espectador se percate y comprenda el argumento de una comedia, había que repetir hasta tres veces unas frases clave. Es lo que uno trata de hacer para que se comprenda esta comedia que representan los señores del PP sobre la lengua. Comedia, sí, porque los miembros del Consell de la "Comunitat" saben perfectamente que con esto de negar la unidad lingüística están interpretando una comedia. Los señores Camps, González Pons y Font de Mora, no tienen ninguna duda sobre la unidad de la lengua que hablamos los ciudadanos de Catalunya, Illes Balears y la "Comunitat". No les creo tan ignorantes. Pero necesitan apoyarse en estas mentiras para no perder el poder. Para conseguir los votos de la "bona gent", tan manipulada y engañada sobre esto de la lengua, y no se decante a votar a la extrema derecha, que viene amenazando, y que basa su programa en difundir estas falsedades. Extrema derecha que tanto contribuyeron a darle aire los representantes, durante la transición, de la derecha política y mediática. Una derecha impresentable entonces como impresentables son ahora sus sucesores. Sí, señores Camps, González Pons y Font de Mora, que forman el trío de actores protagonistas de la comedia: su actuación usando la lengua con fines partidistas merecen calificativos muy contundentes. No los voy a usar. Utilizaré el más suave que se me ocurre: impresentables. Es lo que son ustedes recurriendo a la utilización torticera y engañosa de la lengua. A sabiendas de que no dicen la verdad. A ver si en las próximas elecciones del 2007, con la ayuda de la conjunción de las opciones políticas de la izquierda y nacionalistas, los ciudadanos conseguimos obsequiarles con una legislatura sabática. Para que descansen y mediten desde la oposición. Es muy saludable.

fburguera@inves.es

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_