Un hombre mata a puñaladas a su novia en Madrid y se suicida

Una mujer, Pamela Liliana Coronado Córdoba, de 35 años, murió al mediodía de ayer después de que su compañero sentimental, Pedro Nájera Arribas, de 48 años, le asestase al menos una decena de puñaladas. Dos guardias civiles de paisano que pasaban junto al lugar de los hechos, en el madrileño barrio de La Elipa, redujeron y esposaron al agresor, que tuvo tiempo de apuñalarse en el tórax. Murió una hora después, mientras era intervenido en el hospital Gregorio Marañón.

El suceso ocurrió a las 11.40 en la confluencia de la avenida del Marqués de Corbera y la calle de Pedro Ortiz. La pareja entró en la cercana cervecería J. J. El supuesto agresor no pidió ninguna consumición, mientras que la mujer, de nacionalidad peruana, pidió un té frío, que pagó en el instante. Ambos salieron a la terraza velador del local y comenzaron a charlar. Cuando ella terminó su bebida, ambos se marcharon andando, según un testigo.

Cruzaron a un pequeño parque y, por causas no esclarecidas, comenzaron a discutir, lo que llamó la atención de los viandantes. Pedro Nájera sacó un cuchillo y comenzó a agredir a la mujer. Según un directivo del Samur-Protección Civil, le asestó un mínimo de 10 puñaladas. Tres le afectaron la zona torácica, otra el abdomen, cuatro las recibió en los brazos y otra en una pierna. La más grave le seccionó una vena yugular, lo que le produjo una pérdida masiva de sangre.

Justo cuando el hombre estaba arrodillado apuñalando a Pamela Coronado, se encontraban parados en el semáforo dos guardias civiles de paisano en un coche camuflado. Se bajaron rápidamente del vehículo y le obligaron a que parara de agredir a su compañera. Nájera se dirigió en actitud amenazante hacia uno de los guardias civiles, al que intentó clavar el cuchillo en dos ocasiones. Éste sacó su pistola reglamentaria, pero no llegó a emplearla.

El atacante se autolesionó: se propinó una profunda cuchillada en el hemitórax izquierdo. El otro guardia civil, que estaba atendiendo a la mujer, logró arrebatarle el cuchillo y le puso los grilletes. Los agentes llamaron a los servicios sanitarios y al Cuerpo Nacional de Policía, que se hizo cargo de las investigaciones. Cuando llegaron los médicos del Samur-Protección Civil, ambos heridos estaban en parada cardiorrespiratoria. Los facultativos les intentaron reanimar durante media hora. En el caso de la mujer, resultó imposible. Al final sólo pudieron certificar su muerte.

Por el contrario, el hombre recuperó el pulso. Fue trasladado con carácter de urgencia al hospital Gregorio Marañón, donde fue intervenido de inmediato. La gravedad de la puñalada que se asestó hizo que muriera en la mesa de operaciones a las 13.40, según una portavoz del centro hospitalario.

Relación de tres años

Fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid explicaron ayer por la tarde que el fallecido carecía de antecedentes policiales y que tampoco había sido denunciado por su pareja por malos tratos, por lo que no tenía orden de alejamiento. Algunos allegados a la víctima señalaron que habían estado juntos desde hacía seis meses. La pareja vivía junta cerca del lugar del homicidio. Recientemente, ella había viajado a su país natal. No trabajaba, pero tenía previsto cuidar en breve a una persona mayor.

Otros conocidos de la víctima señalaron que la mujer residía en las inmediaciones y que se había dirigido al colegio de su hija de 12 años, porque ésta no había acudido ayer por la mañana a las clases. Una de las compañeras de la pequeña afirmó que había recibido un mensaje en el teléfono móvil en el que le decía que se fugaba por "bastantes problemas". Añadió que su padrastro la maltrataba frecuentemente, por lo que decidió marcharse. Este extremo está siendo investigado por los agentes del Grupo V de Homicidios, que se encargan de las pesquisas. La madre y la hermana de la fallecida acudieron al lugar de los hechos. Tuvieron que ser atendidas por los psicólogos del Samur de crisis nerviosa.