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El cambio de voto de ERC desata la crisis

El 'no' de Esquerra al Estatuto pone en peligro su continuidad en el Gobierno catalán

El Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), prudente siempre a la hora de verbalizar públicamente sus opiniones, no pudo ayer sino calificar de "una enorme gravedad" y de "profunda decepción" la decisión de Esquerra Republicana (ERC), sus socios en el Gobierno de la Generalitat, de pedir el no en el referéndum sobre el Estatuto y hacer campaña en este sentido. Fue Miquel Iceta, vicesecretario general de los socialistas catalanes, quien expresó el sentir de un partido que ha recibido como una "traición" la decisión republicana y que pone en un serio aprieto al presidente Pasqual Maragall para garantizar la continuidad del tripartito catalán. Los socialistas aseguran que los dirigentes de ERC prometieron hace apenas una semana que nunca optarían por el no en el referéndum y así lo manifestó en diversas ocasiones su líder, Josep Lluís Carod Rovira.

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Pese a que en el PSC se considera "inviable" la permanencia de los republicanos en el Gobierno catalán, Pasqual Maragall, apoyado esta vez por su partido, ha decidido aplazar hasta después del referéndum, previsto para el 18 de junio, la resolución de esta enésima crisis que, a diferencia de las anteriores, pone en cuestión el primer objetivo del Gobierno catalán para esta legislatura, plasmado en el Pacto del Tinell. "El presidente tiene nuestro máximo apoyo para adoptar la decisión que crea conveniente", manifestó ayer Iceta, tras la aprobación del Estatuto en comisión. Así lo refrendará la ejecutiva extraordinaria que el PSC ha convocado para el lunes que viene.

El PSC considera vital que el Estatuto salga refrendado de forma holgada de las urnas. "No nos vamos a distraer por cuestiones internas de Esquerra Republicana. Aquí lo que importa es lograr que el salga triunfante y para ello haremos lo que haga falta. Si conviene, aguantarnos hasta el 18 de junio aunque el cuerpo nos pida otra cosa", resumió un alto dirigente del PSC. El primer secretario del partido, José Montilla, lamentó las "dificultades" creadas por ERC pero descartó un golpe de timón inmediato en forma de expulsión de los republicanos. "Eso lo veremos después del referéndum", afirmó.

También el presidente de Iniciativa, Joan Saura, se refirió al día después del referéndum, y lo hizo para dejar claro que, de romperse el tripartito, su formación no está dispuesta a mantenerse en el Gobierno a solas con el PSC. Lo dijo tras el ofrecimiento de CiU al PSC para darle su apoyo parlamentario hasta la celebración del referéndum en caso de una precipitada salida de ERC del Gobierno. Saura se reunió anoche con Maragall y respaldó su estrategia de mantener el tripartito hasta el referéndum para, después, abrir una profunda reflexión sobre su continuidad tras el no de ERC que, el líder ecosocialista, consideró "un error político de magnitud increíble".

En las filas de Esquerra tampoco faltaron las voces que sitúan el tripartito al borde del abismo. "Este Gobierno acaba su labor el día después del referéndum", reflexionó ayer en voz alta uno de sus dirigentes. Esquerra optará por el wait and see [esperar y ver] hasta junio. "La mañana siguiente del referéndum se iniciará una nueva etapa, porque la continuidad del tripartito dependerá de muchas variables pero sobre todo de los resultados. Igual después acordamos los tres [PSC, ERC e ICV] que el Estatuto inaugura un nuevo ciclo y que nos conviene adelantar las elecciones a otoño", explicó otro dirigente republicano. En cualquier caso, la ruptura del tripartito no surgió en el almuerzo que ayer mantuvieron Maragall y el líder de ERC, Josep Lluís Carod. Éste se limitó a exponerle las razones del no de Esquerra.

Públicamente, en cambio, los dirigentes republicanos apostaron por continuar en el Ejecutivo catalán. "El Gobierno tiene que gobernar y debe seguir haciéndolo hasta las elecciones", declaró Carod en la rueda de prensa posterior a la reunión de su ejecutiva. "Si el PSC se siente incómodo en el Ejecutivo, ya sabe lo que tiene que hacer, largarse", advirtió otro dirigente, quien no dudó en reprochar al PSC el haber puesto contra las cuerdas a ERC: "Sí, es cierto que les prometimos que en ningún caso apoyaríamos el no, pero también Zapatero prometió que aprobaría el Estatuto que saliera del Parlamento catalán. Les hubiéramos podido salvar con el voto nulo, pero los socialistas arremetieron en seguida contra nosotros".

La preocupación llegó también al Gobierno central. Aunque la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, calificó de "decisión soberana" la tomada por ERC y evitó cualquier palabra que pudiera sonar a intromisión en asuntos del tripartito, fuentes de La Moncloa verbalizaron la sensación dominante en el Gobierno central y expresaron que tras el no de ERC la continuidad del tripartito está tocada.

En todo caso, los socialistas catalanes y Maragall no van a precipitarse. El objetivo es llegar hasta el 18 de junio con las menos heridas posibles. Para ello, el PSC piensa centrar su campaña en descalificar al Partido Popular y prevé incluso sellar con los republicanos un pacto de no agresión.

Los socialistas se van a volcar de lleno en la campaña para que el salga triunfante. Lo mismo harán los republicanos, pero en sentido contrario. Su lema, señalaron fuentes de Esquerra, llevará el no en sitio visible y se reclamará el Estatuto que aprobó el Parlament. No podía ser de otra forma tras la decisión de la ejecutiva y el revolcón que sufrió desde las bases.

El Consejo Nacional de ERC ratificará hoy, sábado, lo aprobado ayer por su ejecutiva, en una sesión en la que podría aflorar el descontento de la militancia republicana hacia la dirección. Pero el hecho de que la ejecutiva tomara por unanimidad el acuerdo puede servir para aplacar los encendidos ánimos de los cuadros del partido. Al menos en eso confiaban los dirigentes republicanos.

Hoy el Gobierno catalán presentará públicamente su campaña institucional para explicar el contenido del Estatuto de cara al referéndum. Aunque en principio debía ser una comparativa aséptica entre el proyecto estatutario y el vigente desde 1979, la campaña tendrá un alto contenido político pues, según fuentes del Gobierno, "resaltará los avances y mejoras que introduce". Esta campaña en positivo pone en una incómoda situación a los seis consejeros republicanos en el tripartito. Por este motivo han decidido que su participación en la campaña sea la menor posible. "Los consejeros tienen otras prioridades que las propagandísticas", dijo ayer Carod.

La oposición no desaprovechó esta crisis para culpar a Maragall del conjunto del desaguisado. En opinión de Artur Mas, Esquerra debería ser expulsada del Ejecutivo porque está causando graves estragos en la gobernabilidad de Cataluña. "Quieren que el barco embarranque sin bajarse de él. Un partido que no puede gobernar a sus bases no puede gobernar un país", dijo en referencia a la voluntad de ERC de seguir en el Ejecutivo. Pero quien permite esta situación, dijo Mas, es Maragall quien, "pese a ser el capitán del barco está escondido en el camarote".

Si CiU no tuvo reparos en pedir la expulsión de Esquerra del Gobierno catalán, el PP catalán no se quedó atrás. Su presidente regional, Josep Piqué, exigió elecciones anticipadas para evitar que esta legislatura "acabe con un fracaso de la clase política". Y es que en opinión de Josep Piqué a ningún observador de la política se le escapa que la dirección de ERC, "tras la brutal descalificación que ha recibido", debería dimitir y convocar un congreso extraordinario.

Esta información ha sido elaborada por Josep Garriga, Miquel Noguer, Enric Company y Pablo X. Sandoval.

Carod Rovira y Joan Puigcercós explican las razones del <i>no</i> de ERC.
Carod Rovira y Joan Puigcercós explican las razones del no de ERC.EFE

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