Abertis aprueba la fusión con Autostrade entre críticas en Italia

Abertis cuenta desde ayer con la luz verde de su Consejo de Administración a una fusión con Autostrade, que creará el mayor grupo de autopistas del mundo y que continúa generando malestar en Italia. El consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, admitió que existen "reticencias" en Roma, pero rechazó que exista una "oposición política radical" a la operación y descartó un veto italiano. El reparto de un dividendo extraordinario a los socios de Autostrade, cuyo consejero delegado ha sido fulminado del cargo por rechazar la fusión, reportará a la familia Benetton unos 640 millones de euros.

La junta ordinaria de Abertis aprobó las cuentas de 2005, el pago de un dividendo complementario de 0,25 euros brutos por acción y una ampliación de capital que aumenta un 5% las acciones del grupo y que modifica la ecuación de canje prevista en la fusión con Autostrade.

El canje era de una acción de Abertis por una de Autostrade. Ahora queda en 1,05 títulos del grupo que preside Isidre Fainé por cada uno del que preside Gian Maria Gros-Pietro. Ambos compartirán la presidencia de la nueva Abertis, con un valor bursátil cercano a los 25.000 millones. Se mantiene el reparto previo de 3,75 euros por acción de Autostrade, que a su primer accionista, la familia Benetton, le reportará unos 642 millones. Los Benetton controlan un 60% de Schemaventotto, primer socio de Autostrade, con un 51%.

El consejo de Abertis aprobó la fusión a las 24 horas de que lo hiciera el de Autostrade, en una larga reunión que terminó con la destitución de Vito Gamberale como consejero delegado por haber pasado de defender la fusión a rechazarla. Los gestores de Abertis eludieron ayer entrar en sus motivos. Fuentes próximas a la compañía lo atribuyen al hecho de que había quedado relegado frente a Alemany, que será el primer ejecutivo único.

Poco antes de la junta, Fainé defendió las bondades del proyecto, que persigue "crecer en las economías más dinámicas", Europa y América. Y Alemany insistió en que no están en riesgo las inversiones ya previstas, después de que el presidente de la sociedad pública concesionaria de carreteras y autopistas italianas (Anas), Vicenzo Pozzi, apuntara que "revocar la concesión es una de las armas posibles que podemos usar" si la nueva Abertis no invierte lo bastante, informa Reuters. "Ni nosotros ni los socios italianos prevemos dificultades", insistió Alemany.

Abertis desmintió que haya un pacto de "blindaje" mutuo con Autostrade si una u otra recibe una nueva oferta. Pero, añadió, "los accionistas saben que hay voluntad de llevar a cabo un proyecto y que no va a variar por un euro más o un euro menos".