Impacto mínimo
La Bolsa española abrió esta última sesión bajo el impacto de la nacionalización del gas y el petróleo en Bolivia y el consiguiente perjuicio -muy amplificado al principio- para la compañía Repsol YPF.
Mientras que el conjunto de los mercados de valores de la eurozona disfrutaba de una jornada relativamente tranquila, a pesar de la recuperación del precio del petróleo, la Bolsa española mantuvo un tono tristón del que sólo se recuperó cuando los analistas cuantificaron la incidencia de la nacionalización en Bolivia sobre las cuentas de Repsol YPF y, de paso, la importancia de la producción boliviana en el conjunto del mercado del petróleo.
El Ibex 35 terminó esta sesión con un avance del 0,31% que se queda muy lejos de las ganancias del resto de los mercados europeos, pero que le permite recuperar el nivel de los 11.900 puntos que tan importante parece ser en las últimas semanas para la inversión a corto plazo.
La contratación en el mercado continuo recuperó la normalidad tras las cuantiosas operaciones sobre Telefónica Móviles del pasado viernes, lo que llevó a un total de 2.985,24 millones de euros, una cifra aceptable para una sesión en la que era fiesta en Madrid. Las operaciones "abiertas" descendieron en algo más de 500 millones de euros respecto del viernes, hasta quedar en 2.323,24 millones.
La sesión también destacó por la ausencia de indicadores económicos relevantes, lo que permitió a los inversores centrar la atención en cada valor concreto. En este terreno destacó el pulso constante entre la inversión a corto y largo plazo, lo que hizo aumentar la volatilidad y puso el énfasis en las dudas que suscita la evolución de los resultados a medio plazo.
